lunes, 2 de noviembre de 2015

Contemplando la Sénia... a vista de águila

Hace un año, en noviembre de 2014, publiqué en este blog: La Sénia. El "Reine" als peus... Catalunya a l'esquena. Se trataba de una sencilla excursión por ese pueblo limítrofe del Montsià, que discurría paralela al río Sénia: un primer tramo por Catalunya y el regreso por la Comunidad Valenciana.

Si os acordáis de la descripción de la ruta, cuando estábamos por la parcela de frutales de mi padre, puse una foto que aparecía, por encima de la copa de los árboles, unas montañas las cuales nombré como la Lloma de la Tossa:

La Lloma de la Tossa sobresale por encima los frutales (octubre de 2014)

Si nos fijamos con la anterior imagen: a la izquierda, tenemos una cima redondeada llamada la Tossa (que da nombre a toda la loma) y, a la derecha, se recorta un pico prominente: es la Penya de l'Àliga.

La Lloma de la Tossa es una sucesión montañosa ubicada al norte de la provincia de Castellón, dentro del Parque Natural de la Tinença de Benifassà y englobada dentro del massís dels Ports. Su carena delimita los términos municipales de Rossell y la Pobla de Benifassà. Tiene una disposición W-E, perdiendo altura progresivamente hacia al Este. Tenenos las siguentes cumbres (de Oeste a Este): la Creu (1130 m), la Mola de les Canals (1011 m), la Moleta del Terme (944 m), la Tossa (865 m) y la Penya de l'Àguila (796 m).

Topográfico de la Lloma de la Tossa, la Sénia al SE (clicad para ampliar). 1:50000 ICC

Como podemos ver, la cima de menor altitud de esta sierra es la Penya de l'Àguila (también conocida como la Tossa de Sant Pere, al tener a sus pies la fuente de igual nombre).Pero su picuda forma y la caída abrupta sobre el río Sénia, la dotan de un atractivo especial. De hecho, fue mi padre quien me la descubrió desde su parcela de frutales, me dijo: "Humbert, mira esa puntiaguda cima... desde ella se debe ver la Sénia de forma inmejorable".

El autor de mis días no conocía el nombre de esa cúspide y no sabía si existía un recorrido para poder subirla... me reconoció que él ya no tenía fuerzas para intentar coronarla. Por eso, desde entonces, me propuse conocer más sobre esa cumbre e intentar llegar a su cima para poder describirle sus vistas... para poder transmitirle las sensaciones que se tienen cuando uno mira a la Sénia, con los pies colgando de tan privilegiada atalaya.

Penya de l'Àguila (al centro) desde la carretera CV-105 saliendo de la Sénia

¿Queréis saber un secreto?

Cuando hice la excursión del año pasado, mi intención no era hacer la ruta que finalmente publiqué. Mi deseo era subir a la Penya de l'Àguila desde la cara sur de la Lloma de la Tossa, por un directo barranco que baja hasta el pont de Malany. Cuál fue mi desesperante sorpresa cuando vi que gran parte de la vertiente sur de la loma está cercada por una colosal y quilométrica alambrada que llega hasta la misma carena... después de intentar el ascenso por tres vías desistí y terminé la ruta dignamente y como buenamente pude...

Cerco extensivo ya en la carena de la Lloma de la Tossa

¡Pero no me rendí! Estudié, de nuevo, la cartografía de la zona y me empapé de ortofotomapas hasta que intuí una posible ruta por la cara norte de la Lloma de la Tossa, saliendo cerca de la Cova dels Rosegadors, a los pies del Pantano de Ulldecona.

Volví a calzarme la botas y, por fin, este pasado 22 de octubre ¡pude llegar a la Penya de l'Àguila!, por fin, pude subir a tan ansiada cumbre... por fin, pude ver -¡a "vista de rapaz"!- la blanca estampa de ese bello pueblo de mi padre.

Aquí os dejo mi experiencia:


Cova dels Rosegadors - Penya de l'Àguila - Cova dels Rosegadors

Plano general de la ruta (clicad encima para ampliarlo)

  • Tipo de ruta: Ida y vuelta
  • Tiempo: 2 horas 15 minutos (en total)
  • Distancia: 7 kilómetros (en total)
  • Desnivel: +376 metros, -376 metros 
  • Dificultad: Baja-media. Se trata de una ruta de poca distancia, pero presenta pendientes puntualmente abruptos y tramos perdedores 
  • Meteorología: Evitar los días de mala visibilidad 
  • Agua: No hay en todo el recorrido 
  • Equipamiento: Calzado y ropa cómoda (acorde con la época del año), protección solar, cantimplora con agua, brújula, mapa, móvil, prismáticos... 

Muy importante: La Tinença de Benifassà es un parque natural, recordad que hay unas normas y recomendaciones que se deben cumplir y que podéis consultar en la Web Parc Natural dels Ports.


Aproximación:

Desde el Ayuntamiento de la Sénia, vamos siguiendo todos los indicadores que nos llevan al Parc Natural de la Tinença de Benifassà o al Embassament.

Finalmente saldremos del núcleo urbano por la carretera local CV-105. Después de una recta, bajaremos hasta cruzar por un estrecho puente el río Sénia (el Pont de Malany) aquí entramos ya a la Comunidad Valenciana. La carretera sigue por una sombreada zona arbolada. Llegada a una curva, pasaremos bajo un pequeño acantilado, es la Roca del Frare Pixon, desde aquí veremos altiva la Penya de l'Àguila.

Roca del Frare Pixon desde la CV-105. Al fondo la Penya de l'Àguila
Pronto pasaremos per la Font de Sant Pere y, un poco más adelante, veremos un camping. La carretera ahora, cruza el río a la otra ribera. Seguimos unos quilómetros, sin pérdida.

Cuando cruzaremos de nuevo el río a la izquierda (por el pont de la Cova dels Rosegadors), inmediatamente, a nuestra izquierda, comienza una pista cerrada por una cadena: ¡ya hemos llegado!

Si siguiéramos por la carretera, a poco más de medio quilómetro, tras dos pequeños túneles, llegaríamos al Pantano de Ulldecona

Aparquemos donde podamos el vehículo, sin obstaculizar ningún paso. 


Cronología, altimetría y descripción del itinerario:

00 min. (420 m) Pont de la Cova dels Rosegadors

En toda la ruta que os propongo, iremos encontrando alguna marca de pintura blanca y amarilla (a modo de PR) e hitos de piedras que nos podrán ayudar a proseguir en los puntos más perdedores. Transcurriremos por propiedades privadas y por el Parque Natural de la Tinença de Benifassà: respetad el entorno y no salgamos de los caminos y sendas.

El camino carretero que tomaremos, se trata de una antigua pista de unos 2 quilómetros que sube a una pequeña cantera abandonada. Sobrepasamos la cadena (a su izquierda veremos la primera marca blanca y amarilla pintada sobre una roca). Comenzamos a caminar plácidamente, ganando altura poco a poco. Al fondo ya veremos la silueta escarpada de la Penya de l'Àguila... ¡allí vamos!

Inicio de la pista, marca de pintura a la izquierda. Al fondo la Penya de l'Àguila

Esta primera parte de la excursión por la pista, nos servirá para ir calentando los músculos de las piernas... El camino sube sombreado por un aromático pinar.

Si observamos los taludes de la pista, vamos a diferenciar: calizas masivas, conglomerados con costras calcáreas (provinentes de pequeños abanicos aluviales) e, incluso, algun afloramiento con brechas de falla.

Contacto discordante entre el conglomerado (a la izquierda) y las calizas masivas

Disfrutando de los pequeños detalles que nos ofrece el paseo, la pista nos llevará a una pequeña trinchera donde veremos (a nuestra derecha) la segunda marca de pintura.

Trinchera al camino con la segunda marca de pintura a la derecha

Continuamos por el bucólico camino carretero que, subiendo sin pérdida, nos llevará (en unos diez minutos) a una tercera marca de PR. 

Sobrepasada esta tercera pintada, unos metros más arriba, si estamos atentos a nuestra izquierda, veremos un mirador donde avistaremos, al fondo, el pont de la Cova dels Rosegadors... ¡todo eso hemos subido ya!

Mirador de la pista: al centro de la imagen se intuye el puente de la Cova dels Rosegadors

Continuamos unos metros más y cuando el camino hace una curva a la izquierda, veremos la cuarta marca de pintura y, tras ella, una senda que sube empinada por un barranco.


25 min. (585 m) Cruce con la senda del barranco

Cruce con el sendero que sube por el fondo de un barranco (y cuarta marca de pintura)

Dejamos definitivamente la pista (si siguiéramos por ella llegaríamos, en breve, a la cantera abandonada donde se termina) y comenzamos a subir por el caminito de cabras que resigue el eje del barranco: a pocos metros del cruce, veremos otra marca de pintura que nos ratifica que vamos bien.

La zigzagueante subida por la senda del barranco es muy empinada y dura (no en vano estamos haciendo la parte más pesada del recorrido... ¡ánimo!).

Finalmente llegaremos a un cruce con una senda que viene de forma clara (y llaneando)  por nuestra izquierda.


35 min. (640 m) Cruce con la senda del pinar

Desde este cruce, antes de tomar la senda que nos ha recibido, si miramos a nuestra derecha, veremos un pequeño cocó (construcción para almacenar agua). Visto este pequeño aljibe, nosotros seguimos hacia la izquierda por el sendero alfombrado de pinaza que llanea deliciosamente hacia el Este.

Sendero que llanea plácidamente hacia el Este por un joven pinar

Seguimos sin pérdida por el sendero y, en menos de cinco minutos, encontremos un pino caído al suelo con su copa seca ocupando toda la senda. Lo sobrepasamos con cuidado (hay un paso abierto por el centro) y continuamos hasta que se nos abre de nuevo el paisaje a modo de mirador. Frente nuestro se recorta la Penya de l'Àguila. ¡Desde este punto parece inexpugnable!


40 min. (645 m) Mirador del barranco de Molí l'Abad

Penya de l'Àguila desde el mirador del Barranc del Molí l'Abad

El ancho barranco (a modo de anfiteatro) que se extiende a nuestra derecha es el de Molí l'Abad. Para llegar a nuestro objetivo, deberemos abrazar este gran valle hasta tocar a la base de las murallas de roca que sustentan la cima frente nuestro.

En este tramo de excursión por el barranco de Molí l'Abad, tendremos un verdadero regalo para los ojos... veremos una infinidad de formas caprichosas de piedra: arcos, setas, chimeneas de hada, monolitos, castillos...

Arco de roca que veremos en este tramo de excursión por el barranco de Molí l'Abad

Pues bien, desde el mirador, continuamos nuestra andadura hacia la derecha, subiendo primero unos pocos metros. Enseguida ya empezaremos a llanear, perdiendo siempre un poco de altura. En este punto es cuando el sendero se hace un poco perdedor... seguimos atentos hasta que acabaremos encontrando una tranquilizadora marca de pintura amarilla y blanca.

A partir de aquí el camino vuelve a ser claro... seguimos y, en pocos minutos, llegaremos a una pequeña tartera, la atravesamos en línea recta y continuamos por el otro lado.

Primera tartera que encontraremos, la cruzamos recto y seguimos por la otro flanco

Proseguimos la marcha y nuestros pasos nos llevarán a una segunda tartera, también no muy grande. Ahora bajaremos por ella haciendo un pequeña lazada y seguimos por el otro lado por el visible sendero.

Segunda tartera que atravesaremos. Bajamos un poco por ella para proseguir

El camino no tardará en hacer un ancho zigzag (hacia el Oeste y luego hacia el Este de nuevo) para bajar unos metros. Este pequeño descenso nos permitirá acercarnos a la base de la pared de roca que tenemos frente nuestro (y que sustenta nuestra cima) para poder proseguir bajo la alta muralla de roca.

El sendero avanza bajo la gran muralla de roca, a los pies de la Penya de l'Àguila

Cuando termine el paseo por debajo de la muralla, no tardaremos en arribar a una tercera tartera (esta grande). La atravesamos, llegando a un cruce marcado con carteles toscos de madera.


45 min. (660 m) Cruce con el sendero del camping

Si siguiéramos recto llegaríamos al camping que hemos visto a la carretera. Nosotros tomaremos el cruce de la derecha (girando 180º), veremos una marca de pintura amarilla y blanca y un cartel de madera que indica "La Tossa 865 m".

Cruce con el sendero del camping. Tomamos el que sube de nuevo hacia la tartera

Vamos remontando la tartera haciendo zigzags. El camino nos llevará a una pequeña pared de roca, seguimos hacia la derecha (resiguiéndola) hasta que encontremos unos troncos a modo de barandilla.

Paso de trepada con unos troncos habilitados a modo de barandilla

Trepamos por la roca (ayudados por el rústico pasamanos) y, una vez superado el paso, continuamos subiendo la ladera haciendo zigzags. Poco a poco nos iremos acercando a la base de la Penya de l'Àguila. Pasados unos cinco minutos (desde la "escalera") veremos otra marca blanca y amarilla bajo las paredes rocosas de la cima.

Pronto el sendero cambiará de sentido, subiendo hacia el Oeste (alejándose de la base de la cima). Avanzaremos por un frondoso pinar, hasta que veremos un gran monolito asomando entre los árboles. Nuestro camino bordeará la puntiaguda roca por la derecha.

Gran monolito de piedra entre los pinos. El sendero lo rodea por su derecha

Rodeada la gran aguja de piedra se nos abren de nuevo las vistas, ahora hacia el Oeste. Ante nosotros vemos: el valle del Molí l'Abad, els Ports de la Sénia, el pantano... y (muy, muy lejos) el puente de la Cova dels Rosegadors de donde venimos. 

Seguimos subiendo por el claro sendero haciendo zigzags y bordeando alguna pequeña muralla rocosa. El camino avanza hacia el evidente collado que vemos sobre nuestro. A media subida veremos la última marca de pintura de PR de nuestro recorrido.

Continuamos ya sin pérdida hasta el collado.


1 hora 10 min. (765 m) Collado de la Penya de l'Àguila

Arribados ya al collado ya podemos ver, a nuestra izquierda, la Penya de l'Àguila. A nuestra derecha, más alejado, el vértice geodésico de la Tossa.

La Penya de l'Àguila (ya muy cerca) desde el collado

Si quisieramos acceder a la Tossa desde este collado: ¡no va a ser facil! Primero, por la exigente orografía y las fuertes rachas de viento que encontraremos; segundo, por no existir un claro sendero que nos lleve a su cima y... tercero, por la horrible valla quilométrica que sube la empinada vertiente sur, unos metros más abajo, y resigue toda la carena hacia el vértice geodésico (como hemos podido ver en la imagen publicada en la introducción de este post) y que nos dificulta en demasía la progresión.

Así pues, damos la espalda a la Tossa (y a su cercado) y subimos sin problemas por el claro sendero, ¡hacia la soñada Penya de l'Àguila!


1 hora 15 min. (796 m) Penya de l'Àguila

Si hemos estado atentos durante la subida, entenderemos porqué esta cima se llama "la Penya de l'Àguila": sus riscos y murallas rocosas la convierten en un emplazamiento ideal para la nidificación de grandes aves rapaces. Yo avisté hasta cuatro ejemplares de águila real (aquila chryasetos), llevadas por las corrientes de aire, sobrevolando majestuosamente a pocos metros de mi cabeza.

El águila real es una de las grandes aves que podemos ver en todo el Port. Fuente

Desde arriba la cima, si cogemos un día claro, vamos a disfrutar de unas vistas impresionantes (¡no olvidéis vuestros prismáticos!). Sentaros sobre una caldeada roca, inspirad aire puro y... ¡disfrutad!

Siguiendo la línea de costa de norte a sur, vemos: el rio Ebro y parte de su delta, el Montsià, el peñón de Peñíscola, la Serra d'Irta y el Desert de les Palmes (este último, con la ayuda de los anteojos, avistaremos les Agulles de Santa Àgueda y la cima del Bartolo). Continuando la panorámica radial, ya tierra adentro, podemos observar: la plana de Castelló, la Mola de Catí, la carena de la Lloma de la Tossa, la Tinença de Benifassà, el pantano, els Ports de la Sénia, la cima del Negrell (1345 m), la Selleta de Pallerols, els Castells... Y, frente a nosotros, a primer plano: ¡la Sénia como nunca la había imaginado!

Panorámica de la Sénia desde la Penya de l'Àguila (la foto no hace honor a la visión)

Disfrutemos este momento... a nuestra manera... Si paseamos un poco por la cima (ojo con las paredes al vacío) veremos, sobre una roca y medio borrada, la firma del siempre presente caminante solitario que dejó anotado: "Tosa de San Pere - Rossell C.S.".

Saciada nuestra vista, es hora de regresar... Lo haremos por el mismo camino que hemos hecho la ida, poniendo especial cuidado de no resbalar y disfrutando, más plácidamente, de los paisajes que hemos visto en "modo subida". Si estamos atentos y en silencio seguro sorprendemos alguna cabra salvaje pasturando libremente.

Selfie de despedida, con la Penya de l'Àguila (al fondo) desde su collado


2 horas 15 min. (420 m) Pont de la Cova dels Rosegadors

En una hora, más o menos, estaremos de nuevo al pont de la Cova dels Rosegadors.

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Aquí os dejo con el dulce recuerdo de esta entrañable ruta que tanto me sorprendió... y no tan sólo por poder llegar a tan ansiada cima, también por todos los paisajes y detalles que me regaló su trayecto.

Padre... aquí te dejo este escrito que ha querido ser tus piernas para poder llegar a esa cima que tanto me hablaste... este escrito que ha querido ser tus ojos para poder ver, nuestra querida Sénia, de la forma que tan sólo la pueden ver... ¡las águilas!