miércoles, 3 de marzo de 2010

La bolsa de plástico: ¿El gran peligro público?

En mi pueblo hay cuatro bares, el otro día fui a uno de los más concurridos, me senté en la barra y pedí un refresco. El camarero me sirvió la botella y se marchó. Yo, extrañado, lo hice venir y le pregunté porque no me había puesto un vaso como siempre. Estremecido por mi ignorancia, me dijo: "no ves que por la fabricación de los vasos de vidrio se utilizan hornos industriales que provocan un calentamiento global que nos llevará a un apocalíptico cambio climático, no ves que cada vez que limpiamos los vasos utilizamos detergentes que contaminan irreversiblemente nuestros ríos y mares, no ves que el vidrio es un material que tarda millones de años en degradarse y su efecto lupa puede producir incendios forestales, no ves...". Complacido con mi cara de sorpresa, me tranquilizó ofreciéndome un vaso de cristal biodegradable, hecho con fécula de patata, eso sí!, Cobrándome a mí un plus, aun no sé porque... También me dijo que, si quería, a partir de ese día podía traer el vaso de mi casa. Mientras me iba hablando, yo me fijaba con el mueble bar del fondo de la barra: las botellas seguían siendo de vidrio, al igual que la del propio refresco que me había servido, incluso seguían siendo de vidrio los escaparates del establecimiento... Cansado de tanta demagogia, me levanté y cambié definitivamente de bar.

Esta historia imaginaria, tiene mucho que ver con el tema que quiero hablar. Como sabéis, algunas grandes cadenas de alimentación, han decidido no ofrecer gratuitamente más bolsas de plástico a sus clientes, dando unos pretextos (a priori) sensibilizadores y razonables desde el punto de vista ambiental. Pero que nos sorprende cuando paseamos por los pasillos de sus establecimientos y observamos que prácticamente todos sus productos a la venta siguen llevando un empaquetado innecesario y excesivo de: plásticos, papeles y cartones plastificados, bandejas de porexpan, pinturas muy vistosas fabricadas con cloro, etc . Eso sí, al llegar a línea de cajas, se nos niega la bolsa de plástico argumentando que se trata de un objeto altamente peligroso y nocivo! Como solución, ofrecen bolsas biodegradables, pero a cuenta del cliente...

Según Wikipedia: la bolsa de plástico es un objeto cotidiano utilizado para transportar pequeñas cantidades de mercancías. Fueron introducidas en los años 70 y, rápidamente, se hicieron muy populares a través de su distribución gratuita en supermercados y otras tiendas. A través de su decoración (con los símbolos de las marcas) constituyen una forma barata de publicidad para las tiendas distribuidoras. Las bolsas de plástico suelen ser reutilizadas para funciones diversas de almacenamiento y transporte, y son una de las formas más comunes de acondicionamiento de la basura doméstica. Como veis, la bolsa es el único plástico de nuestra compra que se reutiliza para otras funciones... el resto de embases no y, encima, sólo el 20% de estos va a parar al contenedor amarillo, ¿y el otro 80%? Parece que esto importa poco a las grandes cadenas de alimentación, tan preocupadas por el ecologismo, el medio ambiente y las buenas costumbres...


Contenedor de bolsas de plástico (IKEA) para su posterior reutilización

Pues bien, desgraciadamente, esto de privarnos de las bolsas de compra es todo un montaje de estas grandes marcas para ahorrarse un buen taco de dinero, aprovechándose de la buena fe de sus clientes. Me explico, según me he informado, un palet de bolsas de compra puede valer más de 500 euros. Dependiendo de las ventas del supermercado, en un mes, se pueden gastar: 2, 3, incluso más de 4 palets... lo que supondría "regalar" más de 2.000 euros en bolsas de compra. Imaginaos ahora este gasto mensual multiplicado por los cientos de centros que tienen estas grandes cadenas y, por supuesto, sin ningún beneficio tangible.

Si realmente, estos "salvadores de la integridad medioambiental del planeta", se creyeran lo que dicen: ¿porque no erradican todo el plástico y material contaminante (por otra parte innecesario) del excesivo embalaje de sus productos? Bien, de acuerdo, están empezando por el gesto de las bolsas de plástico y nos ofrecen unas hechas con productos "naturales"... pero, ¿porqué las tiene que pagar el cliente? Si, como nos quieren hacer creer, lo que realmente les importa es reducir la contaminación de la Tierra, invertir por palet de bolsas ("sanas" y biodegradables) no debería representarles un gran problema, ¿no creéis?

Ironías a parte, no olvidemos que la bolsa de compra convencional es un producto fabricado con polietileno (derivado del petróleo) y como cualquier otro plástico el vertido incontrolado es contaminante, considerándose un residuo con una degradación más o menos larga (según sea la composición del plástico). Por lo tanto, su distribución debe ser una responsabilidad compartida, es decir: para empezar, el cliente sólo se le debería dar las bolsas justas y necesarias para su volumen de compra y animarlo para que las reutilize o use cestas, carros de compra... Por otra parte, se debería ir reduciendo el plástico y materiales contaminantes de todos los productos ofrecidos.

A pesar de ser un objeto aparentemente poco "ecofavorable", según nos cuenta el editor Josep Vergés en su artículo publicado en el blog: La República Catalana (en inglés y catalán), la bolsa de plástico (con datos probados) lo es mucho más que otros productos que se nos ofrecen en su substitución... 

Por tanto, querer cobrar una bolsa de compra con el pretexto de la preservación medioambiental es una postura malintencionada e  hipócrita: primero, porque por suerte o por desgracia los clientes son muy buenos observadores y enseguida se darán cuenta de las contradicciones en el comportamiento moral de la empresa. Segundo, y más importante, porque no dar una bolsa para que el cliente pueda transportar la compra hecha a en su establecimiento, es una grave desatención hacia él. Como dice Mr. Feargal Quinn: "El cliente ante todo"... Sólo que haya otra empresa en el mercado que entregue la bolsa gratis, nuestro "jefe" ya tendrá un motivo suficiente para acabar marchando a la competencia.

Por lo tanto, sean de plástico o no: ¿bolsas de compra?... Sí, pero con cordura, ¡ah!, y por supuesto, gratuitas...