martes, 1 de marzo de 2011

Humberto… no sólo un nombre

Si mirais mis datos personales, podreis ver que me llamo Humbert (Humberto en catalán, mi lengua natal). En España es un apelativo poco corriente: este hecho tiene como engorro, que al pronunciar mi nombre, generalmente, debo repetirlo varias veces (e incluso deletrearlo) para que se entienda. Esta mala comprensión, hace que me hayan rebautizado de las formas más extravagantes y divertidas (Rupert, Jumper, Liumber…). También, el llevar un nombre poco usado, implica que, el día de mi onomástica, casi nadie se acuerde de mi desconocido santo… Debido a todo esto, me decidí a escribir este post en honor a mi original substantivo. Intentaré sintetizar toda la información que dispongo, para así, darlo a conocer un poco más.

Pues bien, esta singular denominación se la debo a mí recordada abuela María. Ella, viviendo en un pueblo no muy grande (La Sénia, Tarragona) quiso bautizar a mi padre con un nombre con el que la gente lo llamara sin tener que apodarlo: si mi padre se hubiera llamado Juan, para evitar confusiones con otros tocayos, seguramente, le hubieran acabado llamando “Juan el del horno” (profesión de la familia) o con cualquier otro “curioso” apodo… por eso, mi abuela, rebuscando en un viejo santoral encontró “Humberto”… le gustó y así nombró a su hijo. Años después, al nacer yo, conservé el nombre paterno pero catalanizado.

Con mi padre (a lo gangsters) frente a Umbertos Clam House. Little Italy (Nueva York)

Humberto, es un nombre de origen germánico, su forma original fue probablemente Hunberet. Teniendo en cuenta que Hunn significa "gran oso" y berht "brillante", "renombrado", "famoso", "extraordinario"… etimológicamente significa "extraordinario gran oso" (entendiendo que, para los germánicos, el oso es la encarnación de la fuerza ejercida con prudencia). También se puede interpretar como “el que tiene pensamientos luminosos”.

Este nombre no llegó a popularizarse, sino que se mantuvo como exclusivo de algunas casas nobles, entre ellas la casa real italiana. Hoy día se ha extendido más su uso.
  
  
San Humbertos
  
Dos santos honoran a este nombre propio: San Humberto de Romans y San Humberto Cazador y Obispo:

El primero, San Humberto de Romans (1200-1277), fue el santo que mi abuela escogió para bautizar a mi padre. En el santoral que consultó, indicaba que su onomástica era el 17 de diciembre, fecha en que mi padre y yo celebramos nuestro día: aquí queda escrito... :-)

San Humberto de Romans

San Humberto de Romans fue un célebre dominico que dio un gran impulso a la Orden de los Predicadores. Nació en Romans, y ya de muy joven ingresó en uno de los conventos que tenía la Orden en París (1224).

Destacó por su gran amor al estudio y por su santidad, infrecuente en aquella época, por lo que fue nombrado prior del convento de Lyon. En 1244 fue elegido provincial de todos los conventos dominicos de Francia y en 1254 superior y responsable de toda la Orden.

Emprendió una reforma profunda tanto del culto como de las normas de vida de los padres Predicadores, y fue el iniciador de las Vitae Fratrum, en que se recogen las vidas de los dominicos que se distinguieron por su santidad o por su ciencia.
  
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Pero tal vez sea San Humberto Cazador y Obispo el más conocido y popular. Tuvo una vida un poco más agitada y una curiosa conversión.

Su onomástica se celebrará este mes: el 25 de marzo, fecha marcada en algunos calendarios de mi país (en algunos santorales también viene como el día 13 de marzo). De hecho, la poca gente (fuera de mi ámbito familiar) que me felicita, lo hace el día 25... yo no suelo corregirlos (también este es mi santo) y valoro sobremanera el detalle de acordarse y querer compartirlo conmigo.

Estampita de San Humberto, con los iconos de cazador y obispo

Hubertus (Huberto o Humberto) nació en Tolosa del Languedoc, Francia, hacia el 657. Fue el hijo mayor de Bertrán, Duque de Aquitania, y de Hugbern.

Como los nobles merovingios de su tiempo, Humberto le gustaba practicar asiduamente la caza. Se cuenta que era un joven muy fuerte: un día, su padre fue atacado por un oso y él lo liberó de la fiera únicamente utilizando sus manos.

Se trasladó a Metz donde casó con Floribana, hija de Dagoberto, Conde de Lovaina. Tuvieron un hijo, Floriberto… pero Floribana murió al darle a luz. Humberto, desolado, se retiró a las boscosas Ardenas y se entregó a la caza… pero pronto se obró en él un radical cambio espiritual.

Según relata la leyenda, siendo Viernes Santo, Humberto se encontraba cazando, cuando vio a un hermoso venado y empezó a perseguirlo por el espeso bosque. Cuando por fin iba a darle muerte con su ballesta, el astado se volvió a él y dejó ver un crucifijo, entre la cornamenta, resaltado por rayos de luz… seguidamente, oyó una voz que decía: "Humberto, si no vuelves al Señor y llevas una vida santa, irás al infierno". Al oírlo, Humberto bajó del caballo, se postró y dijo: "Señor, ¿qué quieres que haga?", la respuesta fue: "Ve y busca a Lamberto. Él te lo dirá".

Su conversión fue ampliamente representada por los pintores flamencos. Como podemos admirar en el óleo sobre tabla de 63 cm x 100 cm, expuesto en el Museo del Prado (Madrid). El cuadro es fruto de la colaboración entre Rubens y Jan Brueghel ‘el Viejo’. De la mano del primero son los personajes del santo y el magnífico caballo y del segundo, el esplendido paisaje que enmarca la escena. (Clickad sobre la imagen para ampliarla)

Visión de San Humberto, de Rubens y Jan Brueghel “el Viejo”, Museo del Prado
  
Humberto partió inmediatamente hacia Mastrique, donde Lamberto era obispo, y este actuó como su director espiritual. Humberto renunció a su rango y derechos de primogenitura en el Ducado de Aquitania en favor de su hermano Eudo, que fue nombrado tutor de su hijo Floriberto. Distribuyó a los pobres su riqueza y estudió órdenes sagradas, para ser consagrado presbítero. Tuvo una vida santa, de peregrinación por lugares indómitos y peligrosos (evangelizó el área de las Ardenas). Llegó a ser obispo de Lieja, destacando por su sencillez y austeridad, por la intensidad de sus oraciones, ayunos y su famosa elocuencia.

Murió en Tervuren, Brabante, en 728 y fue enterrado en Lieja. Sus restos fueron exhumados el año 825 y trasladados a la abadía benedictina de Andain, situada en la población que actualmente se llama San Huberto, su sepulcro fue muy visitado y centro de peregrinación hasta el Siglo XVI en que desaparecieron sus restos.
El nombre y la protección de San Humberto la tomaron algunas Órdenes Militares en el siglo XV. Felipe IV de España, rey cazador, lo tenía como protector. También se le invocaba contra la rabia.

San Humberto es el patrón de los cazadores y de los obispos que tienen que gobernar regiones muy problemáticas.


San Humberto o Blood Hound

El San Humberto o “Blood Hound”, es una raza de perros que debe su nombre a los monjes de la abadía de San Humberto (en Bélgica) que introdujeron su cría en Europa.

San Humberto o “Blood Hound”

Se trata de un sabueso utilizado para la caza mayor, siendo el rastreador de mayor tamaño: su altura oscila entre los 63 a 69 cm en los machos y 58 a 63 en las hembras y su peso ronda los 55 kg.

Su cabeza es grande, estrecha y alargada con ojos de expresión triste debido a los pliegues de piel que le cuelgan por toda su cabeza. Las orejas son muy largas y su cuello también lo es para permitirle seguir el rastro sin levantar la cabeza. Su pelo corto, espeso y suave puede ser negro, fuego o marrón.

Expresión tristona del San Humberto, debido a los pliegues de su piel

El San Humberto es considerado como uno de los mejores perros rastreadores por su fantástico olfato: puede mantener el rastro sin perderlo durante horas. Como todos los sabuesos es decidido, fuerte e incansable, aunque algunos cazadores los rechazan por ser lento en su andar.

Es muy tranquilo… disfruta y se divierte en contacto con la gente. Le encantan los niños y es especialmente paciente con ellos. En el exterior hay que vigilarlo, ya que si encuentra un rastro “atrayente” puede irse detrás de él y desaparecer. También ha sido utilizado por la policía en la búsqueda de delincuentes o personas en situación de emergencia.

Excelente elección como animal de compañía: es sensible y amable con todos los miembros de la familia.


Condes, reyes y otras personalidades

Tres condes de Saboya llevaron el nombre de Humberto o Umberto: del primero sólo se tienen algunas noticias por crónicas tardías, parece que esta dinastía se fundó por los alrededores del año 1000. De Humberto II, muerto en 1103, sólo se sabe con certeza que sucedió en el condado a su padre Amadeo II. Y del tercero, llamado también "el Santo", se sabe que fue hijo y sucesor de Amadeo III y murió en 1189.

Blason de Humbert de Savoie

Pero los dos Humbertos más conocidos fueron los que ocuparon el trono de Italia: Humberto I reinó de 1878 a 1900. Era hijo y sucesor de Víctor Manuel II. Promovió la aventura colonial de Abisinia (África), después de formar "la Tríplice" con Alemania y Austria. La aventura acabó en el desastre de Adua (1896). La monarquía tenía poderosos enemigos. Sufrió tres atentados. De los dos primeros se defendió él mismo con su espada y salió ileso, pero en el tercero, obra del anarquista Bresci, cayó muerto.

Humberto II fue rey de Italia del 9 de mayo al 13 de junio de 1946. Hijo de Víctor Manuel III, mantuvo sus distancias con Mussolini. Fue la abdicación de su padre la que le convirtió en rey. Tras el referéndum en que se instauró la república, renunció al trono con dignidad y se retiró a Portugal.

Umberto II, último rey de Italia

Digno de mención es también Humberto de Viena… era el delfín y se dedicó con entusiasmo y eficacia al delfinado pero, finalmente, prefirió la vida religiosa e ingresó en la Orden de Predicadores.

En Latinoamérica y en Italia, Humberto (generalmente escrito sin la hache inicial) es un nombre más usual que en mi país... Encontramos a músicos, actores y diversas personalidades en todos los ámbitos... A destacar: Umberto Eco (Alessandria, Italia; 5 de enero de 1932) escritor y filósofo italiano, experto en semiótica.

Umberto Eco


Bodegas San Huberto

Y para ir terminando, que mejor que ir descorchando unas botellas de vino San Huberto…

Las Bodegas San Huberto, en Argentina, fabrican un vino de buena calidad y exportan su producto a todo el mundo. En algunas de las etiquetas de sus botellas (como el Crianza Malbec) aparecen imágenes de caza conmemorando al santo patrón que les da el nombre.

Vino San Huberto Crianza Malbec

Así pues, con la copa levantada, deseo que os haya gustado y servido toda esta información sobre mi nombre… un nombre, que también ha dado título al presente escrito, de este... ¡vuestro blog!