miércoles, 6 de agosto de 2014

Auto-Cross de Congost

¡Y por fin llegó Agosto!, esta palabra casi mágica... Me asalta en la memoria buenos recuerdos… recuerdos como: vacaciones, calor, playa, helados, siestas frente al ventilador y… ¡juegos! Pero lo cierto es que, cuando vamos haciéndonos mayores, los agostos ya no son tan agostos... los agostos ya no son lo que fueron antaño…

Por eso me gustaría cerrar los ojos y regresar unos instantes a mi niñez, aquellos veranos inacabables… Durante mi particular regresión, giran y giran las imágenes en mi mente… cuando al fin abro los ojos, frente a mí, lo que gira es un cochecito y lo está haciendo por un bonito y colorido circuito.

Vista general de mi Auto-Cross

¡Pues sí!, en esta ocasión, en la sección “Mis Antigüedades” de las Piedras de la Ágora, hablaremos de un juguete que tuve en mi infancia: el Auto-Cross de la marca Congost.

Esta empresa, ubicada originalmente en la calle Numancia 73 de Barcelona, fue fundada en los años 50 por el gironés Don Lluis Congost: gran amante de la ingeniería y de los juguetes. Si queréis saber más información sobre esta gran fábrica de ilusiones, os remito al artículo: Historia de la marca Congost de la Web Rosaspage.

Entre su nutrido catálogo de obras de ingenio lúdico, Congost sacó al mercado (en 1975) el Auto-Cross:

Imagen de catálogo del Auto-Cross (1975)  Fuente


El Auto-Cross y yo

¡Yo tuve el Auto-Cross! De hecho, tuve la segunda versión: el Auto-Cross F1 (con exacto mecanismo que el original, pero con algunas diferencias de diseño, al tratarse de un “circuito” de Formula 1). Me lo regalaron los Reyes, a principios de los ochenta. ¡¡Y como disfruté con él!!, lo usé hasta que, al final, se acabó estropeando.

Caja original del Auto-Cross (edición F1) de Congost  Fuente

Y este año, a mediados de mayo, buscando por Internet ese juguete recordado de mi infancia, me topé con el modelo original (el de 1975) a un excelente precio.

Logo y año de fabricación de mi Auto-Cross actual, impreso bajo el volante del juguete

Las razones de que estubiera tan rebajado eran porque: la caja original estaba algo desencajada, el juguete algo sucio, el mecanismo se tenía que poner a punto y, sobretodo, porque le faltaban 2 de los 6 arbolitos originales que disponía el circuito… A parte, los 4 arbolitos que conservaba, estaban sueltos por la caja, al igual que el arco amarillo.

Pues bien: la caja fue fácil de recomponer: le faltaban 2 solapas internas (que reconstruí con cartón similar) y las zonas sueltas fueron restauradas con delicadeza hasta dejarla perfectamente funcional.

La caja original de mi Auto-Cross

Limpiar el juguete, con paciencia y cariño, fue una tarea, incluso, “relajante”; poner a punto el mecanismo no fue nada complicado (estoy acostumbrado a tratar con las tripas de aparatos antiguos más complejos) y enganchar el arco amarillo y los 4 árboles caídos también fue muy fácil: ¡el “Loctite” hace maravillas!

Pero: ¿qué podía hacer con los 2 árboles que faltaban? Consciente que hoy en día era imposible encontrar recambios, se lo comenté a mi gran amigo, el excepcional artista de la resina de poliéster: Jordi Pascual Morant y él me dio una solución… ¡él haría “revivir” aquellos 2 arbolitos en su taller!

A partir de uno de los arbolitos originales que disponía en mi juguete; Jordi le hizo un molde que, posteriormente, rellenó con resina de poliéster con tinte verde (y trazas de negro). ¡El resultado fue excelente!, ¡una verdadera “obra de arte”! Os propongo un juego… mirad la siguiente imagen, a ver si distinguís los 4 árboles originales y los 2 creados por Jordi:

Arboles y otros elementos ornamentales del juguete

¿Cómo funciona el Auto-Cross?

El Auto-Cross es un juego infantil de habilidad. Mediante un volante, un cambio de marchas y una llave de contacto (con llavero Congost incluido), se simula la conducción de un cochecito por un adornado circuito con distintos carriles circulares.

Tablero de mandos del Auto-Cross: volante, llave de contacto y cambio de marchas

El mecanismo del aparato es muy sencillo, pero a su vez, es terriblemente ingenioso. Para acceder al él (para repararlo o ajustarlo) sacaremos los 4 tornillos ubicados a las esquinas de la pista de juego.

Sacando los 4 tornillos de las esquinas para extraer la pista de juego

Una vez retirada la pista, veremos como funciona el juguete, tenemos una parte mecánica y una eléctrica. Comencemos mirando la parte mecánica:

Lo primero que nos fijamos es con el imán, responsable de “pescar” el cochecito por la pista de juego. Este imán va montado sobre un brazo flexible que, mediante muelles, permite acoplarse a las irregularidades de los carriles (con algun pequeño cambio de rasante). Si el coche se sitúa fuera de alguna carretera, automáticamente pierde la tracción del imán.

Para poder acercar o alejar el imán respecto el centro del eje de rotación, lo haremos girando el volante del juguete: mediante un ingenioso sistema de cadena y muelle, podemos accionar este mecanismo que nos permitirá cambiar el cochecito de los carriles externos/internos del circuito.

Imán colocado sobre brazo flexible y montado sobre el mecanismo accionado por el volante

La parte eléctrica es alimentada por 2 pilas D o LR20. Tan solo el primer modelo (el que dispongo) tenía montado el compartimento de las pilas en la zona posterior del juguete, las versiones siguientes lo ubicaron ya en el tablero de mandos frontal.

Parte posterior del Auto-Cross original, con el compartimiento de las 2 pilas

Pues bien, la parte eléctrica es la responsable que se mueva el plato central (donde esta montada la parte mecánica antes descrita). El giro de este el plato es producido mediante un eje tractor, situado bajo el tablero de mandos, que por fricción lo mueve.

Eje tracror (en negro) para hacer girar el plato central (la patilla metálica es uno de los 4 puntos de nivelación)

Para encender la unidad (con 2 intensidades: máxima y mínima batería) o apagarla, se utiliza un interruptor (con forma de llave de contacto). Las diferentes velocidades que podemos imprimir al plato central (4 más el punto muerto) son accionadas, por el jugador, mediante la palanca del cambio de marchas en H.

Interruptor (llave de contacto) y cambio de marchas que controlan la velocidad del eje tractor

Para poder situar la ubicación exacta del imán, una vez esta montada la pista de juego, lo haremos a partir de una bombilla colocada bajo el propio imán. Tocando el botón rojo (a modo de claxon) del centro del volante, se proyecta una flecha luminosa en la pista. Esta saeta no sólo nos da su posición exacta del imán, sino que también nos indica el sentido de giro.

Punto luminoso (en forma de flecha) que nos marca la posición del imán bajo la pista

¿Cómo se juega al Auto-Cross?

Así pues, el desarrollo del juego es muy sencillo: Deberemos interactuar con nuestro “Buggy”: conduciéndolo por los diferentes carriles (internos/externos) con el volante, evitando salirse de la carretera.

Podremos darle más o menos velocidad (o pararlo) mediante el uso del cambio de marchas. El jugador puede desplazar el cochecito por donde quiera del circuito y hacerse el recorrido que más le guste, improvisando todas las veces que quiera.

El pequeño Buggy circulando por los carriles centrales

Así pues, para empezar a jugar haremos lo siguiente:
  1. Giramos el volante a tope a la izquierda (así el imán se situará en el carril exterior de la pista)
  2. Colocamos el cambio de marchas en punto muerto
  3. Ponemos la llave en el contacto y escogemos máxima o mínima batería (de esta forma: el cochecito correrá más o menos, pero gastará más o menos pila).
  4. Apretamos el botón rojo del volante para que se encienda la luz y ubicar así la posición del imán… lugar donde colocaremos nuestro coche.
  5. Sujetamos el volante, ponemos primera, segunda, tercera y cuarta girando velozmente por la carretera exterior.
  6. Reducimos marchas y conducimos, con pericia, por los carriles interiores.
  7. Cuando llegamos frente la Estación de Servicio, es un buen lugar para poner punto muerto, apagar el motor y repostar…
Para ver como se juega al Auto-Cross original, os recomiendo que miréis la siguiente grabación casera (de un usuario de YouTube) donde nos muestra un niño jugando:


Aquí me quedo… con mi corazón montado en el viejo cochecito del Auto-Cross. Aquí me quedo… con mi corazón feliz y despreocupado, por unos instantes. Aquí me quedo... notando el aire fresco en su carita, mientras gira y gira por la alegre pista… Gira y gira, entre los árboles de resina de Jordi Pascual… Gira y gira, disfrutando del recuerdo positivo de un juego que marcó mi infancia, de un juego que me ha encantado compartir con todos vosotros.