viernes, 3 de julio de 2015

Una de Indios y Vaqueros

Ya comenzada la segunda mitad de 2015, en humbertsanz.com toca hablar de alguna de Mis Antigüedades. En esta ocasión, vamos a ponernos nostálgicos desempolvando uno de mis juguetes más antiguos que conservo y con el que jugué largas horas (sólo y acompañado) durante mi infancia. Hablaremos de mi Fuerte de madera.

Bienvenido a mi Fuerte… ¡forastero!  :-)

Pero... pongámonos en antecedentes:

A principios de los ochenta, los sábados los pasaba con mis abuelos maternos en su piso de Hostafrancs (Barcelona). Por las tardes, después de comer, solían dar en la televisión una película del “Oeste”.

Screenshot de John Wayne a la película "Fort Apache" (1948)

Los Western, actualmente, quizás sea un género cinematográfico algo anacrónico. Pero hace 3 décadas eran películas fascinantes y, más, vistas por los ojos de un niño... Yo recuerdo quedarme extasiado viendo las frenéticas carreras de caballos, los inagotables tiros y polvaredas, los paisajes, decorados y la épica que desprendían esos films en blanco y negro o color sepia.

Cuando llegaba el siguiente lunes, en el recreo del colegio, rememorábamos la película vista el fin de semana, jugando al patio a “indios y vaqueros”: librando batallas campales caóticas y algo salvajes que acababan siempre con algún niño llorando y algún que otro castigado...

Saliendo del Saloon después del tiroteo. Cinema Studio del Desierto de Tabernas

Si tuviera que dar una lista de las 10 películas del género Western que más recuerdo o más me gustaron, seguramente este sería mi "Top Ten":

  1. Los Siete Magníficos (1960)
  2. El Bueno, el Feo y el Malo (1966) "Trilogía del Dólar"
  3. Murieron con las Botas Puestas (1941)
  4. La Muerte Tenía un Precio (1965) "Trilogía del Dólar"
  5. Sólo ante el Peligro (1952)
  6. Dos Hombres y un Destino (1969) 
  7. Duelo de Titanes (1957) 
  8. Por un Puñado de Dólares (1964) "Trilogía del Dólar"
  9. Fort Apache (1948)
  10. Le Llamaban Trinidad (1970)

Cartel de "Los Siete Magníficos" (1960), basada en "Los Siete Samuráis" de Akira Kurosawa

La mitad de las películas que he citado, fueron rodadas en Almería (lo que se denominó Spaghetti Western). Ya de mayor, he ido muchísimo a estas bellas tierras andaluzas a estudiar su vulcanología y a disfrutar de sus parajes vírgenes.

Y una vez allí, a sido inevitable ir a ver los lugares, pueblos y decorados donde se rodaron esas películas que tanto me fascinaron en mi infancia… sitios como: el decorado del pueblo mejicano de “Los Siete Magníficos” (1960), en el Texas Hollywood de Tabernas; el Cortijo de El Sotillo, cerca de San José, donde se filmó, por ejemolo: “Por un Puñado de Dolares” (1964); la era del pueblo los Albaricoques, donde se disputó el duelo a tres de “El Bueno, el Feo y el Malo” (1966) y tantísimos otros emplazamientos almerienses que os recomiendo que visitéis…

Marta frente la era circular de los Albaricoques, donde se rodó el duelo de “El Bueno, el Feo y el Malo” (1966)

Pues bien, regresando a mi infancia: para que los niños y niñas pudiéramos jugar a “indios y vaqueros” de forma más creativa y calmada (que como lo hacíamos en nuestras “fabulosas” reyertas del recreo) había un juguete estrella que muchos recordareis haber tenido: ¡los Fuertes!, quizás los más famosos fueron los de la juguetera Comansi (que, actualmente, los ha vuelo a relanzar con un vistoso modelo):

Imagen promocional del actual Fuerte de Comansi

A parte del propio Fuerte, era indispensable, para poder montar dioramas y/o jugar, tener un surtido número de figuras de plástico: indios, vaqueros, caballos, carretas, tipis, etc. Estas piezas eran relativamente baratas (se podían comprar en mercadillos, quioscos…) generalmente se entregaban sin pintar (a diferencia de cómo las vende hoy Comansi).


Mi Fort West

Mi Fuerte no sé si es de Comansi ya que, curiosamente, no pone la marca de ningún fabricante ni en la caja ni en el propio juguete. Sea como fuere, es el modelo Fort-West, referencia 5/39, artesanal y hecho en España.

Caja original de mi Fuerte de madera de juguete

Por lo que he visto en Webs de nostálgicos, con modelos similares al mío, pienso que se fabricó en los años sesenta o a principios de los años setenta. A mi me lo regalaron a finales de los setenta.

Visión general de mi Fort West

Como vemos en la anterior imagen, mi Fuerte es de base rectangular y dispone de un suelo desgastado de madera. Nos recibe con un gran cartel donde pone “Fort-West” y, debajo de este, tenemos la robusta puerta de la fortificación.

Detalle interior de la puerta del Fuerte (con bisagras y un firme cierre)

Tiene de una torre de vigilancia (con una tosca escalera de mano para acceder a su mirador) coronada por una ondeante bandera de Estados Unidos de America. También dispone de unos barracones, donde encontramos la caseta del Sheriff y la del Comandante, un amarradero y abrevadero para los caballos.

Torre de vigilancia (con su bandera y escalera), barracones, amarradero y abrevadero para los caballos

Por último, si nos fijamos con la siguiente imagen, vemos que en todo el perímetro interior de las paredes del Fuerte hay pasarelas (excepto donde está: la puerta, los barracones y la torre de vigilancia). En las pasarelas, el tejado de las casetas y, obviamente, en el mirador de la torre, se pueden postrar los pistoleros para defender la fortificación.

Vista aérea de las pasarelas perimetrales, el tejado y la torre: lugares de defensa del Fuerte

Respecto a las piezas de plástico, tengo una variada y representativa selección. Desgraciadamente, muchas de las que atesoré en mi infancia se perdieron o se les corrompió el plástico. Actualmente he ido comprado otras de características similares (como la bonita diligencia) hasta dejar, como fue antaño, mi “set original”.

¡Bien!, hagamos inventario de las piezas de plástico que dispongo:

En primer lugar tengo 14 vaqueros: uno de ellos es el conductor de la diligencia (es la única figura que tengo pintada), otros dos van montados a caballo, después hay uno agachado que suele ponerse conduciendo la carreta y las ocho restantes son figuras sueltas (con su peana incluida).

Mis 14 figuritas de vaqueros, 6 caballos, la diligencia y la carreta

A parte de la citada diligencia y de la carreta cargada “supplies” (provisiones); para los vaqueros tengo los siguientes accesorios: 6 vallas para construir un cercado, un parapeto con escalera, un cañón ligero y 3 árboles.

Accesorios para los vaqueros

Para una perfecta paridad, dispongo también de 14 indios: dos de ellos van montados sobre negros corceles y el resto son figuras sueltas (con su peana incluida).

Mis 14 figuritas de indios y 2 caballos

Si repasamos, contando: los de los jinetes (indios o vaqueros), los de la carreta y los de la diligencia, dispongo de un total de 8 caballos.

Por otra parte, para los indios dispongo de: 4 tipis (cabañas indias), un tótem, una canoa, una hoguera calentando una sartén, una roca (por cierto: de Almería) y un pequeño palmeral.

Accesorios para los indios

Y bien...

Sentado al suelo frente mi viejo juguete, abro su caja desgastada y me invade su añejo aroma... Su interior lo encuentro repleto de color y recuerdos. Monto el cartel y la torre del Fuerte e improviso un sencillo diorama con mis figuras de plástico. Mi corazón de niño se siente por unos instantes feliz y despreocupado…

Mi Fuerte desmontado y con todas las piezas guardadas en su interior

Anonadado miro los detalles de cada escena y mi mente se acaba trasladando hasta el Cortijo del Fraile del Cabo de Gata… ¡Bellísimo emplazamiento!, marcado por unos luctuosos sucesos que impactaron a Federico García Lorca inspirándole a escribir su obra teatral: Bodas de Sangre (1931)... ¡Bellísimo emplazamiento!, que impactó a Sergio Leone, imaginando una hacienda mejicana donde poder rodar sus películas del Lejano y Salvaje Oeste.

Cortijo del Fraile (Almería). Imagen propiedad de www.parquenatural.com 

Y allí, frente a la capilla del cortijo… rodeado de pitas, chumberas y desierto… imagino que soy el audaz pistolero Clint Eastwood, retándome en mortal duelo con el “Malo” de Lee Van Cleef.

... ¡suenan dos disparos! ...

Screenshot de la película Murieron con las Botas Puestas (1941)

14 comentarios:

  1. Ai Humbert!

    Amb aquest nou article m’has evocat a dues époques molt distants I diferents alhora, però les dues fantàstiques!

    La primera quan era petita i jugava a “indios y vaqueros” amb el meu germà David, que com també et deuria passar a tu a l’escola ningú volia ser l’indi.
    I les tardes de diumenge mirant les pel·lícules de “l’oeste” com li dèiem al sofà de casa amb els pares.

    I el segon record, més recent i més maco és el descobriment del Cabo de Gata, que és, com has dit tu, un paradís de terres volcàniques i platges paradisíaques , però també un lloc on van rodar infinitat de westerns i que tu m’has ensenyat amb el teu gran entusiasme.

    Espero que podem jugar molt temps a “indios y vaqueros” pels paratges del Cabo de Gata, entre pites, “chumberas”, platges i palmeres i tant se val qui sigui l’indi i qui el “vaquero”.

    Un petonàs,

    Marta

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Marta,
      M'alegro moltíssim que t'hagi agradat aquest senzill escrit. I m'encanta que t'hagi evocat a dues èpoques tan diferents de la teva vida.
      Sí, que es veritat, al pati, al fer el repartiment de "papers" ningú volia fer l'indi (ja que pensàvem que eren els dolents de la pel·lícula). També era típic cridar: "pinyeu, pinyeu", com disparant, posant els dits a mode de pistola... i enfadar-nos perquè al company disparat no es feia el mort tot al·legant que ell t'havia disparat a tu primer... un show!!!!
      I sí, anar al Cabo de Gata amb tu i descobrir un "nou" món ha sigut una de les coses més boniques que m'han passat aquests últims temps... ens podran trencar els "cadenats", però això ens farà ser, finalment, lliures!
      Les nostres "camperes" tornaran a rodejar-se de pites i figues de pala... de platjes... de solitud serena... Pot ser no caldrà fer l'indi ni el vaquer ja, pot ser només haurem de ser tu, jo i la immensa natura.
      Un petò!

      Eliminar
  2. Fantàstica entrada, Humbert. Jo tambè vaig gaudir de petit d'un Fort similar al teu, tot ell de fusta i amb la torre inclosa. I tambè sense marca. Els millors. Felicitats !!! Comparteixo enllaç. Salutacions ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Juguetes Reunidos,
      Moltíssimes gràcies per llegir, comentar i compartir aquest escrit. Moltes gràcies per fer-te seguidor d'aquest blog... un gran honor!
      La veritat es que si mirem bé el meu "Fuerte", es realment senzill i amb menys detalls que el de Comansi... però aquest es artesà, aquest es únic... aquest és el meu!
      Moltes gràcies de nou i una forta abraçada!

      Eliminar
  3. Humbert,
    tambè vaig tenir un d'aquests "fuertes" però encara habia jugat més a "moros y cristianos", deu ser perquè sóc d'una generació anterior on la religió tenía més influencia que ara, doncs ara no sería políticament correcte fer servir aquets dos models de societat enfrentant-se.
    Tan se val, la qüestió és referenciarnos entre bons i dolents i poder estar en ambós costats de la justícia.
    Aixó només és posible desde la mirada innocent d'un nen fantasiós i il·lusionat, com segurament ho eres.
    Enhorabona per l'article i la escenografía d'imatges que l'acompanyen.
    Una abraçada forastero.
    Jordi

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jordi,
      Moltes gràcies, de nou, per llegir-te i comentar els meus escrits. Es per mi un honor tenir la teva opinió.
      Es veritat, el que dius... quan era petit i jugàvem a "indius i vaquerus", ningú volia ser "dolent" i els dolents, com no eren els indis... Sort que quan vaig ser adolescent, la cosa va canviar i ens mostraren els nadius de nortamerica com les víctimes de la situació.
      Moltes gràcies de nou i...
      "Nos vemos en Saloon rostro pálido"... ;-)

      Eliminar
  4. Records d'infància, amb el meu germà Xavier, tots dos a la nostra habitació amb la llitera, en el nostre món privat de complicitats...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eugènia,
      Moltes gràcies per llegir-te l'escrit i haver donat el teu testimoni...
      M'alegro d'haver-te fer-te rememorar records de la infantesa.
      Una abraçada!

      Eliminar
  5. Plicules westerna!Jo tambè les mirava totes,fascinat per com els pobres cavalls corrien i corrien i no es cansaven mai,jajaja.Es un bon article,Humbert,molt divertit.Em fa recordar instants de la meva gens feliç infantesa,però bè,alguns moments bons si que hi va haver.Aquests son els que recordo,jugant amb els veïns a la plaça dels Pins a indis i vaquers.a mmi sempre em mataven de seguida,era molt dolent,jajaja.
    La veritat es que el teu article m'ha fet retrocedir 40 anys enrera,quan era un nen del tamany que te ara la meva nebodeta,la Janeta.
    De moment no poso res mes,demà la paradoxa matemàtica i intentar parlar amb tu.al matí et truco i riem una estona.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Robert,
      M'alegro que t`hagis llegit l'escrit i t'hagi agradat...
      Bé la infantesa tenim bons i mals records... però la infantesa es com un altaveu que augmenta aquests records idealitzant-los o tot el contrari.
      M'alegro en qualsevol cas, si te fet recordar els teus jocs a la plaça dels Pins...
      Espero el teu comentari a la paradoxa!
      Una forta abraçada!

      Eliminar
  6. Amb aquest article Humbert és molt difícil no teletransportar-te, ni que sigui per una estona, a la infantesa. Una vegada instal·lat allí et costa "despertar" i reincorporar-te al moment actual, envaït pel sentiment de confort i benestar que comporta aquest rècord. Aquella malenconia que t'agafa i et fa respirar a fons mentre costa esborrar-te un somriure còmplice de la boca.
    Gràcies per provocar-me aquesta sensació, res m'agradaria més que la meva descendència també ho experimenti en quan arribi a edats menys càndides, voldria dir també que alguna cosa hauriem fet bé nosaltres.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. David,
      Moltes gràcies per llegir-te l'escrit i... per haver donat la teva opinió.
      Me alegrat molt haver-te pogut teletransportar, per uns instants, a la teva infantesa i haver-te recordat sensacions...
      Estic convençut de tot cor, que la teva filla tindrà un record dolç de la seva infantesa, quan recordi els moments que va viure rodejada per l'amor que li esteu donant.
      Una forta abraçada!

      Eliminar
  7. Humbert, crec que el teu escrit ens porta a tots a la infantesa. Jo, com el Jordi, jugava a moros i cristians. Estava a un poble de uns 3000 habitants i en sortir de l'escola ens dividiem en dos bàndols. Armats amb espases de fusta (fetes de qualsevol manera) i a pedrades feiem la nostra lluita. Era molt més bèstia que ara i algun cop algu sortia ferit, però erem tots molt amics.
    Ah,de les películes la meva preferida era "Solo ante el peligro", amb un paper immens de Gary Cooper.
    Endavant i una forta abraçada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Benvolgut pare,
      Moltes gràcies per llegir-te amb paciència els meus escrits i deixar sempre la teva opinió.
      M'ha fet gràcia que de petits juguessiu a "Moros y cristianos", la veritat es que no ho havia sentit mai... m'agrada els mètodes que utilitzàveu per jugar: molt pedagògics i tolerants no eren, eh?
      Gràcies per compartir la teva pel·lícula preferida del gènere Western.
      Una forta abraçada!

      Eliminar