lunes, 6 de mayo de 2013

Colección de rocas. Tipologías y clasificación

En esta ocasión hablaremos de las rocas… pero, ¿sabemos realmente qué es una roca?

Supongo que muchos de vosotros, cuando pensáis en una roca, os vienen imágenes como la de: una piedra muy grande... un material sólido y duro... un peñasco... un monolito... en definitiva, de alguno de esos seres inorgánicos que encontramos por la superficie terrestre... Pues bien, a pesar de que estas ideas no son del todo incorrectas... desde un punto de vista geológico, no son rigurosamente ciertas.
  
Para algunos, la imagen de unas rocas, podría evocarles los Callanish Stones de Escocia (foto de Wikipedia)

Para los que nos dedicamos a las Ciencias de la Tierra, definimos una roca como: un cuerpo formado por la acumulación de un tipo concreto de mineral o por la agrupación de varios minerales diferentes. Son entes naturales (no manipulados) y universales. Generalmente son sólidas y de origen inorgánico. Algunas pueden ser, efectivamente, muy grandes pero también tenemos fragmentos microscópicos.

Durante mis estudios universitarios, recopilé diferentes muestras geológicas (de minerales, rocas y fósiles) para poder profundizar el estudio a "visu" de los ejemplares más comunes de cada disciplina. Para la colección de rocas compilé 63 fragmentos que guardé (dentro un estuche verde) en cajitas de cartulina satinada de 4x4 cm.

Estuche con toda mi colección original de rocas (realizada durante los años 90)

Actualmente, tan sólo colecciono nuevos ejemplares, si pueden mejorar (o ampliar) mi fondo geológico original. Todas mis muestras están clasificadas en una base de datos informatizada.

Como hemos dicho: "una roca es un cuerpo formado por la acumulación de un tipo concreto de mineral o por la agrupación de varios minerales diferentes" ... Por este motivo, mi colección de rocas, está estrechamente ligada y se complementa, de forma recíproca, con otra que tengo de mineralogía. De hecho tengo minerales que podrían ser considerados como rocas monominerálicas (como la halita)... y muestras de mi colección de rocas que están formadas por un único mineral (como la serpentinita).

Por cierto, si queréis ver mi colección de minerales, podéis hacerlo consultando el artículo: Colección de Minerales. Reconocimiento y clasificación, que escribí en este mismo blog.

  
Clasificación de las Rocas

En la Tierra tenemos tres tipos de rocas: las ígneas, las sedimentarias y las metamórficas. Estos tres grandes grupos se relacionan entre si de forma cíclica. Si queréis conocer esta interesante interrelación de la naturaleza, ahora os recomiendo mi publicación: El Ciclo de las Rocas. Una biografía inerte, donde se explica en detalle y con ejemplos.

Así pues, el primer paso para clasificar una roca será separarla en uno de estos tres grandes grupos. Después, dentro de cada tipo, utilizaremos la jerarquía de la disciplina geológica correspondiente.

Pues bien… sin más “enroques”, ¡comencemos la exposición!

1. Rocas Ígneas

Las rocas ígneas o magmáticas son las que se han originado a partir del enfriamiento y solidificación de un magma (siendo un magma cualquier roca en estado fundido).

Para las rocas ígneas, existen diferentes criterios de clasificación: a partir de su textura, de su composición geoquímica, de su velocidad de enfriamiento... Fue este último criterio, el que yo utilicé para catalogar mi colección:

1.1.  Rocas ígneas plutónicas

Cuando un magma que emerge se queda en el interior de la corteza (por ejemplo, dentro de una cámara magmática) este tendrá un enfriamiento lento, permitiendo una consolidación muy tranquila de este fluido magmático, con la diferenciación y cristalización óptima de sus minerales disueltos.

En mi colección dispongo de 8 ejemplares de roca plutónica:

  • Diorita
  • Gabro
  • Granito
  • Granodiorita
  • Kimberlita
  • Peridotita
  • Sienita
  • Sienita Nefelínica

Rocas ígneas plutónicas (clicad para ampliar)

1.2.  Rocas ígneas filonianas

Las rocas filonianas, como su nombre indica, se forman por la consolidación de un magma en filones o grietas de la corteza. En este caso, debido a las características morfológicas del enclave, el flujo magmático sufrirá una velocidad de enfriamiento variable, que acabará generando un tipo de roca con cristales de tamaños y morfologías  muy diferentes en un mismo ejemplar.

En mi recopilación tengo 6 muestras diferentes:

  • Aplita  
  • Diabasa          
  • Lamprófido     
  • Pegmatita        
  • Pórfido diorítico
  • Pórfido granítico

Rocas ígneas filonianas (clicad para ampliar)

1.3.  Rocas ígneas volcánicas

Por su parte, una roca volcánica, es aquella que se forma cuando un magma emerge repentinamente a la superficie del planeta. El contacto con la atmósfera le produce un enfriamiento rápido que hace solidificar el magma de forma veloz, evitando un crecimiento regular de sus cristales. Los pocos minerales que logran formarse, lo hacen de forma dispersa y desordenada, dentro de una matriz vítrea.

Mi compilación consta de 11 rocas volcánicas:

  • Andesita         
  • Basalto           
  • Lapilli
  • Lava basáltica 
  • Obsidiana (vídrio volcánico)
  • Obsidiana caoba
  • Obsidiana nevada
  • Ofita   
  • Pumita o piedra pómez
  • Riolita 
  • Traquita

Rocas ígneas volcánicas (clicad para ampliar)

2.        Rocas Sedimentarias

Son rocas formadas por la litificación de un sedimento. Se trata de un grupo muy controvertido sujeto a variados y polémicos criterios de clasificación. Para catalogar las muestras de mi colección, yo utilicé la Clasificación de Pettijohn et al. Como podemos ver en la siguiente tabla, existen dos grandes grupos de rocas sedimentarias: las detríticas y las no detríticas.
  

2.1.  Rocas sedimentarias detríticas

Las rocas sedimentarias detríticas o clásticas, son las formadas por fragmentos de otras rocas que han sufrido una erosión (meteorización + transporte + sedimentación) y posterior diagénesis (compactación y cimentación).

Este tipo de roca conserva las partículas del detrito que provienen. De hecho, como podemos ver en la anterior tabla, es a partir del tamaño textural de este sedimento cementado, con el que clasificamos y nombramos los diferentes tipos de rocas sedimentarias detríticas.

Para las rocas sedimentarias detríticas, dispongo de 6 ejemplos:

  • Conglomerado
  • Brecha
  • Arenisca
  • Arenisca roja
  • Arcillita           
  • Marga  (arcillita con alto porcentaje en calcita)

Rocas sedimentarias detríticas (clicad para ampliar)

2.2.  Rocas sedimentarias no detríticas

Las rocas sedimentarias no detríticas, son aquellas que se forman mediante procesos químicos. Pueden ser  sencillos, como la precipitación que forma la caliza o el yeso... o procesos más complejos, donde intervienen la descomposición y transformación de restos de seres vivos, como le ocurre al carbón.

Según Francis J. Pettijohn, para este amplio cajón de sastre, existen seis grupos diferentes de rocas no detríticas:

2.2.1. Rocas carbonatadas

Las rocas carbonatadas son rocas formadas (mayoritariamente) por carbonatos. Las más corrientes son: las calizas o calcáreas, formadas por el mineral calcita (carbonato cálcico) y las dolomías, compuestas por dolomita (carbonato cálcico-magnésico).

Como rocas carbonatadas, cuento con 8 tipos de calizas (y variedades) y una dolomía:

  • Caliza concrecionada
  • Caliza litográfica
  • Caliza masiva
  • Caliza nummolítica
  • Caliza oolítica
  • Creta             
  • Lumaquela      
  • Travertino
  • Dolomía

Rocas carbonatadas (clicad para ampliar)

2.2.2. Evaporitas

Las evaporitas son rocas sedimentarias que se forman por cristalización de sales disueltas en lagos y mares costeros. La mayoría de los depósitos explotables de yeso y sal marina se han originado de esta manera.

En esta colección, dispongo de un único ejemplar de roca evaporítica:

  • Yeso

Evaporita (clicad para ampliar)

2.2.3. Rocas silíceas de origen orgánico y químico

Las rocas silíceas, son rocas con un alto contenido en sílice (óxido de silicio). Pueden tener un origen orgánico (por acumulación de exoesqueletos) o químico.

Como rocas silíceas de origen orgánico, tengo 2 ejemplares:

  • Radiolarita (Lidita)      
  • Trípoli (Diatomita)      

De origen químico, dispongo de una única muestra:

  • Geyserita

Rocas silíceas de origen orgánico y... químico (clicad para ampliar)

2.2.4. Rocas alumino-ferruginosas de origen químico

Este tipo de rocas sedimentarias, presentan un alto contenido en aluminio y hierro, y tienen un origen exclusívamente químico.

En mi colección tenemos 1 muestra:

  • Bauxita

Roca alumino-ferruginosa (clicad para ampliar)

2.2.5. Rocas organógenas

El siguiente grupo de rocas, han sido formadas por la evolución de las partes orgánicas de determinados seres vivos. Tenemos 2 tipos de rocas organógenas: los carbones y el petróleo (una de las pocas rocas, en estado líquido, que existen en la naturaleza).

Como carbones tengo 5 tipologías diferentes:

  • Antracita         
  • Azabache (Lignito)     
  • Hulla   
  • Lignito
  • Turba  

También dispongo de una muestra de petróleo:

  • Petróleo nativo

Rocas organógenas (clicad para ampliar)

2.2.6. Rocas fosfatadas

Las rocas fosfatadas son aquellas que están constituidas por altos contenidos de fosfatos. Este tipo de sales se suelen formar a partir de depósitos de huesos y excrementos de animales vertebrados.

Como roca fosfatada, en mi colección, conservo 1 muestra:

  • Fosforita

Roca fosfatada (clicad para ampliar)

3.        Rocas Metamórficas

Cuando una roca es sometida a grandes presiones y/o temperaturas, esta puede llegar a variar completamente sus características físicas originales: recristalizando sus minerales y cambiando su estructura interna original. Este proceso, llamado metamorfismo, la acabará convirtiendo en una “nueva” roca. Si esta presión y/o temperatura fueran tan elevadas que sobrepasaran el límite de fusión de la roca, esta se "derritiría" convirtiéndose, de nuevo, en un magma.

Las rocas metamórficas también tienen distintos criterios de clasificación: según su temperatura y presión de formación, según su posición geológica formacional, según su textura... Este último criterio fue el que yo escogí para clasificar mis muestras.

3.1 Rocas metamórficas foliadas

Una roca metamórfica tendrá una textura foliada, siempre que sus minerales y características estructurales presenten un alineamiento visible en capas o franjas paralelas. Los diferentes grados de foliación dependen del tipo de metamorfismo y de la mineralogía de la roca inicial.

En mi colección tengo 4 rocas metamórficas foliadas:

  • Esquisto moteado
  • Gneis
  • Micacita
  • Pizarra

Rocas metamórficas foliadas (clicad para ampliar)

3.2 Rocas metamórficas no foliadas

Este otro tipo de rocas metamórficas no presentan ningún alineamiento "aparente" de sus minerales o textura. Digo aparente, porque si observamos en detalle su estructura interna (con la ayuda de un microscopio petrográfico), podríamos llegar a ver que sus cristales presentan un aplastamiento o bandeado regular.

Dispongo de 7 muestras no foliadas:

  • Anfibolita
  • Cornubianita
  • Cuarcita
  • Eclogita
  • Mármol
  • Serpentinita
  • Tectita meteorítica

Rocas metamórficas no foliadas (clicad para ampliar)

Y esto es todo… espero que hayáis encontrado útil este escrito sobre clasificación de rocas.

Quedo a vuestra disposición para contestar vuestros comentarios, dudas o sugerencias… Os agradeceré mucho que os hagáis seguidores de este blog y lo compartáis por todas partes. ;-)

¡Muchas gracias y hasta pronto!

martes, 9 de abril de 2013

Caro. Tocando el cielo del Port

Antes de comenzar, quisiera agradecer al Ayuntamiento de la Sénia la publicación íntegra, en su revista municipal Lo Senienc, del artículo que le dediqué a esa localidad y a mi padre: La Sénia. Entre lavaderos y miradores. Ya podéis leer la primera parte del escrito en el mensual de marzo. La segunda entrega, se publicará a mediados de este mes. ¡Muchas gracias por este reconocimiento a mi trabajo!

En esta ocasión volveremos a hablar de excursiones por el sur de Catalunya, aunque esta será un poquito más larga que la senienca… Bien, si  les preguntásemos a los habitantes de les Terres de l’Ebre cuáles son sus estandartes, seguramente nos dirán: el Delta y els Ports de Tortosa i Beseit (también denominados, simplemente, como els Ports o el Port).

Río Ebro a su paso por Tortosa, con el macizo dels Ports al fondo de la imagen
El Port, geográficamente, es el extremo nordeste del Sistema Ibérico español. Su superficie abarca terrenos del sur de Catalunya, de la Franja de Ponent y del norte de Castelló. Geológicamente, se trata de una cordillera de plegamiento tectónico menor, formada a consecuencia de la orogénesis alpina. Petrológicamente, els Ports se componen (prácticamente) por calcáreas y dolomías del mesozoico: estas rocas son los sedimentos de un antiguo mar del Jurásico (con abundante registro fósil). Su cima es el Caro o Mont Caro (1447 m) que también es el punto más elevado de la provincia de Tarragona.

Si queremos subir a pié a Caro tenemos diferentes opciones: quizás la más espectacular (bajo mi punto de vista) es la que lo hace desde el barranc de la Caramella, Moleta Castellona, l’Escaleta y Coll del Vicari… para luego bajar, deshaciendo nuestros pasos, hasta Moleta Castellona y seguir hasta la horadada Roca del Migdia y el Coll de la Garrofera. Esta es una ascensión bellísima, pero algo difícil. En cambio, la que proponemos en el presente escrito, es la subida a la cima más fácil que podemos hacer desde su base. Se trata de un itinerario bastante típico y conocido pels ebrencs, bien marcado y cómodo.

Al no existir ninguna guía que lo explique en detalle (al menos yo no la he encontrado), he creído que sería útil explicar mi experiencia. La ruta sigue los antiguos caminos carreteros (abandonados desde hace décadas) que conducían hasta la cima de Caro. Actualmente, para acceder a la cumbre desde la llanura, existe una buena carretera asfaltada construida paralelamente (o coincidentemente) a estos viejos caminos de tierra.

Foto aérea, cedida por Aerispixel, con parte del trazado de la ruta (clicad encima para ampliarla)
Para mí, esta excursión, tiene un especial encanto. La hice por primera vez (con 7 años) con: mis padres, mi hermana, el abogado (y amigo de mi padre) Lluís Pegueroles y sus hijos Titina y Josep Rafel. Han pasado muchos años desde entonces… Posteriormente, la he recorrido otras veces, pero siempre recordando ese gran día de montañismo familiar. Este pasado sábado 23 de marzo, ¡he vuelto de nuevo a caminarla!

En esta ocasión la he realizado junto a mi amigo Àngel Mulet: natural de Tortosa, ingeniero de obras públicas y terminando la carrera de puertos, caminos y canales. Àngel es hijo del propietario (de igual nombre) de la empresa de fotografía aérea Aerispixel (aerispixel.com). Quisiera agradecerles la cesión de la espectacular imagen anterior, donde podemos ver parte del trazado de la ruta (que va subiendo paralelo a la actual Carretera dels Ports). De abajo a arriba observamos:  el barranco del Farrúbio, la Fortalesa, las curvas del Cargol y el Portell (collado situado entre la Tossa de la Reina, a su derecha, y la Barcina, que nos oculta Caro). Sin más preámbulos: ¡”despeguemos” hacia la cima! 

Carreretes – Caro - Carreretes

Plano general de la ruta (clicad encima para ampliarlo)
  • Tipo de ruta: Ida y vuelta
  • Tiempo: 6 horas 30 minutos (en total)
  • Distancia: 23 kilómetros (en total)
  • Desnivel: +1175 metros, -1175 metros
  • Dificultad: Media. A pesar del desnivel y la distancia, el itinerario está bien marcado y va siempre paralelo (o coincidente) con las actuales carreteras del Port y Caro. Podemos disponer de un coche como vehículo de apoyo.
  • Meteorología: Evitar los días calurosos.
  • Agua: En la font dels Bassis (no siempre emana).
  • Equipamiento: Calzado y ropa cómoda (acorde con la época del año), protección solar, cantimplora con agua, brújula, mapa, móvil, prismáticos...
Muy importante: Al caminar buena parte del recorrido por carreteras de uso compartido con vehículos a motor, debemos extremar todas las precauciones (sobretodo si vamos con niños). En carretera es obligatorio caminar con ropa visible (preferentemente con chalecos reflectantes), siempre pegados al borde izquierdo de la calzada y en fila india. El Port es un parque natural, recordad que hay unas normas y recomendaciones que se deben cumplir y que podéis consultar en la Web Parc Natural dels Ports.

Aproximación:

Para llegar al barranc de Carreretes (origen de nuestra excursión), desde Tortosa y Roquetes tomaremos la carretera TV-3422. Una vez pasado el kilómetro 3 veremos un cruce: tomamos el ramal de la izquierda (dirección Caro). La carretera sigue una trayectoria bastante recta y con constante subida (pasaremos el canal Xerta–Sénia), rápidamente nos acercará a la base del macizo del Port. Cuando la carretera baje un poco para cruzar un puente, ya habremos llegado al barranco de Carreretes. Podemos dejar nuestro vehículo en una zona habilitada al lado del puente. 

Cronología, altimetría y descripción del itinerario:

0 min. (272 m) Barranc de Carreretes

Desde la zona de aparcamiento, bajamos unos pocos metros por la carretera. Enseguida veremos a nuestra izquierda un sendero marcado que sube (tras una señal de "Prohibido hacer fuego").

Sendero que sube desde la zona de aparcamiento del barranc de Carreretes (cota 280 m)
Subimos por la senda que rápidamente nos llevará de nuevo hasta la Carretera del Port (unos metros más arriba). Continuamos subiendo sobre el asfalto, dejaremos atrás una curva cerrada y seguimos hasta la siguiente curva. Aquí, a mano derecha, veremos que sale un sendero (suele haber un montoncito de piedras a modo de hito), para acceder a él tendremos que hacer una pequeña y fácil trepada.

Sendero que sale de la Carretera del Port (cota 360 m)
15 min. (482 m) Barranc del Farrúbio

Veremos que este sendero, rápidamente, se convierte en un camino de carro (es el Camí Vell del Port), vamos subiendo por él de forma relajada, paralelos al barranco del Farrúbio (nombre que toma la cuenca alta del barranco de Carreretes). Finalmente, tras un par de lazadas del camino, llegaremos de nuevo a la Carretera del Port.

L'Àngel al Camí Vell del Port (cota 450 m). A la derecha el barranc del Farrúbio
Una vez sobre asfalto, seguiremos por la carretera un buen trecho (siempre por la izquierda). Iremos ganando altura mientras el camino va haciendo anchas lazadas.

50 min. (600 m) Camí Vell del Port

Después de unos 2 kilómetros, caminando entre pinos blancos y cantos de jilgueros, veremos un camino que sale a nuestra izquierda (tras una cadena con pivotes verdes). Estamos, de nuevo al Camí Vell del Port... ¡lo tomamos!

Camí Vell del Port tras una cadena (cota 640 m). Al fondo el collado del Portell
Subiendo por esta pista, si miramos a nuestra derecha, veremos que la Carretera del Port comienza ha zigzaguear fuertemente: son las llamadas curvas del Cargol. Frente a la primera curva (y sobre un risco) veremos una pequeña estatua blanca: es el Monument a la Cabra Salvatge.

Monumento a la Cabra Salvaje (al centro) desde el Camí Vell del Port (cota 740 m)
Y es que en todo el Port encontramos un excelente ejemplar de cabra salvaje: la cabra hispánica (Capra pyrenaica). Actualmente, si vamos de visita al parque, seguro que acabaremos viendo alguna observándonos tímidamente a una distancia prudencial. Pero esto hace 30 años no era así ya que, este venado, estuvo al borde de la extinción... Los niños que queríamos ver alguna cabra cuando íbamos al Port, teníamos que conformarnos en mirar esta pequeña estatua (que representa un cabrito joven).

Vista la estatua seguimos por el camino carretero y, tras un par de lazadas, nos recibirá el gorgoteo de una alegre fuente…

1 hora 20 min. (750 m) Font dels Bassis

Llegados a este oasis, encontramos la fuente, abrevaderos (bassis), una mesa y bancos de piedra que invitan al viajero a saciar la sed, sentarse, meditar...

Tocando la fría agua nival de la Font dels Bassis (cota 750 m)
Una vez hecho el pertinente desayuno, continuamos por el Camí Vell, que ahora comienza a ganar altura haciendo zigzags. Veremos que esta antigua carretera, en algunos puntos, se ha convertido en un ancho sendero.

Subiendo por el Camí Vell del Port (cota 850 m)
Finalmente, nuestras botas nos llevarán, de nuevo, a la Carretera del Port (ya en plenas curvas del Cargol).

1 hora 45 min. (885 m) El Cargol

Desde este cruce, si miramos hacia el suroeste, vemos cercano el Portell... Para llegar a él, lo más cómodo y recomendable, será seguir por la carretera asfaltada que serpentea hasta el collado, gozando de las vistas que se abren a cada paso. El Camí Vell que hemos subido, a partir de aquí, está impracticable: se entrecruza, medio borrado, con las actuales curvas del Cargol.

Para los más intrépidos se puede subir al Portell (de forma más directa y cansada) trepando por la torrentera que baja vertical desde el collado.

Cruce del Camí Vell con las curvas del Cargol (cota 885 m). Al fondo torrentera del Portell
2 horas 10 min. (1030 m) El Portell

Llegados al Portell encontramos un mirador, con aparcamiento para vehículos, y unos interesantes plafones indicativos.

El Portell, como su catalán nombre indica, se trata de un gran portillo hecho a la muralla rocosa que nos separa la vertiente de solana del Port (por la cual hemos subido) de la de umbría. Es una apertura natural que nos invita a entrar al interior dels Ports.

Àngel y un servidor en el Portell (cota 1030 m)
A la izquierda del Portell tenemos las altivas paredes de la serra del Roquer... desde aquí mismo sale un sendero muy perdido que sube verticalmente y nos llevaría hasta la Barcina (1354 m). En esta cumbre, encontraríamos otro sendero más marcado que nos conduciría ya, sin problemas y llaneando, hasta Caro. Descartamos esta opción y optamos por seguir caminando, cómodamente, por la carretera del Port que ahora llanea rodeada de fresca y verde vegetación.

2 horas 30 min. (1085 m) Pous de la Neu

Después de andar unos 2 kilómetros desde el Portell, llegaremos a una zona conocida como els Pous de la Neu, donde veremos que la carretera se bifurca. Hacia la derecha llegaríamos a la zona del Mascar, pero si tomamos el ramal de la izquierda, conocido como el Camí a Caro, nuestros pies nos conducirán hasta la misma cima.

Bifurcación de la carretera als Pous de la Neu (cota 1085 m)
El Camí a Caro también está asfaltado y a pesar que nos quedan casi 400 metros de desnivel hasta la cima, el paseo será muy agradable, ya que iremos avanzando haciendo cómodas lazadas.

A media subida encontraremos, a nuestra izquierda, un plafón informativo que nos explica como hacer una pequeña excursión hasta la Barcina (se trata de la parte fácil de la alternativa que os he comentado en el Portell, para subir a Caro desde allí).

3 horas 10 min. (1085 m) Coll del Vicari

Unos metros más allá de este cartel, llegaremos al Coll del Vicari. En este collado veremos otro plafón que nos informa, en esta ocasión, de como hacer un itinerario hasta los Bassis de Caro.

Àngel al Coll del Vicari (cota 1285 m)
Dejamos el ancho collado y pronto, tras una curva, veremos un curioso agujero al lado izquierdo del camino: es la Cova de la Carretera (hay un pequeño cartel indicativo). Se trata de una sima (o cueva vertical) de 13 metros de profundidad. Si queremos mirarla de cerca, extrememos todas las precauciones (sobretodo si vamos con niños pequeños).

Posando frente la Cova de la Carretera (cota 1300 m)
Continuamos subiendo por la carretera. A partir de ahora hemos de estar atentos a los lados del camino, ya que encontraremos marcas de pintura roja que nos indican “atajos” para cortar algunas de las largas curvas que hace el Camí a Caro.

Marcas rojas que nos indican los atajos para subir rápidamente hasta la cima (cota 1338 m)
Encontraremos bien marcados, hasta 3 útiles vericuetos y... en pocos minutos, aparecerán frente a nosotros dos grandes antenas y un cartel informativo indicándonos que hemos llegado al "cim".

3 horas 30 min. (1447 m) Caro

Siempre produce una especial emoción hacer una cumbre a pié y más si tiene la carga emocional que tiene Caro para los ebrencs y… para mí.

En la cima de Caro, como se ha dicho, encontramos un importante centro de telecomunicaciones, coronado por grandes antenas: visibles desde casi todos los rincones del Port.

También tenemos una pequeña zona de aparcamiento y un mirador de piedra donde se extienden las  vistas infinitas... Pero quizás, lo más representativo de Caro, es una sencilla capillita dedicada a la Mare de Déu de la Cinta, patrona de toda la diócesis de Tortosa. Bajo de la imagen, encontraremos un libro de visitas donde podemos dejar nuestro testimonio de la subida.

Caro (cota 1447 m), a los pies de la Virgen de la Cinta
En la cima de Caro, si tenemos paciencia, suelen acercarse cabras "montaraces"… estas no son tan “salvajes” como su nombre indica, ya que aceptarán que las fotografiemos con cierta docilidad. Seamos muy respetuosos con ellas y no les demos nada de comer (aunque nos parezca que están poniendo ojitos de pena). De todos depende que nuestros hijos puedan seguir viendo este animal en libertad y no tengan que conformarse con la imagen de una fría estatua, como nos pasó a nosotros de pequeños...

Hembra de cabra salvaje (Capra pyrenaica) a la cima de Caro
6 horas 30 min. (272 m) Barranc de Carreretes

Una vez tocado el cielo con nuestras manos, llega el momento del regreso a casa. Tocará deshacer todo el camino de subida y… en poco menos de 3 horas, estaremos ya de regreso al aparcamiento del barranc de Carreretes.

Bajad tranquilamente... caminad en calma… gozad de la excursión, del viento, del regalo que nos ofrece la naturaleza a cada paso… Durante la bajada, seguro que vamos a disfrutar más de las vistas y los detalles... ¡respirad!

Definitivamente nos alejamos de Caro, del Port… De esa atalaya que me hablaban mis abuelos, de ese coloso que me enseñaron mis padres… Y mientras se hace pequeño en el horizonte de mis pensamientos, me viene un juego de palabras que nos ofrece la bella lengua italiana: Girando la cabeza, por última vez, vuelvo a mirar su silueta vespertina… levanto el brazo y grito alto al cielo:
 
Caro Port… arrivederci!!

miércoles, 6 de marzo de 2013

Carrom o billar hindú

Uno de los cinco escritos más leídos de este blog (que por cierto estrena el dominio personalizado: www.humbertsanz.com) es el de Juegos de Billar. En ese artículo expuse diferentes modalidades de juegos que se pueden disputar en una mesa de billar americano, así como tres adaptaciones de juegos de billar  "no americano" para jugar con ese tipo de mesa... una de esas adaptaciones era la del billar hindú.

El Carrom, o billar hindú, es un juego de habilidad y estrategia. Hace más de treinta años que conozco este apasionante juego de sociedad. Me lo enseñó el conocido activista de Justicia y PazArcadi Oliveres que, por entonces, ya tenía uno en su casa. Cada vez que nos reunimos con la familia Oliveres Künzi, durante las sobremesas, es habitual acabar jugando unas apasionantes partidas de billar hindú…

El músico Albert Oliveres (benjamín de Arcadi) jugando al billar hindú en su casa
Actualmente tengo, en casa de mis padres, un juego completo de Carrom que compré, hace ya unos años, en una tienda especializada de Barcelona. Se trata de una versión de 66 centímetros de lado (algo menor que la oficial) y construido con madera de mango. Las fotos que aparecerán en este post son, precisamente, hechas a mi billar hindú.

Caja de mi juego de Carrom Mango 66 (Edition Familiale) 

Un poco de historia

Ell Carrom (Carums, Karom o Karum) es un juego procedente de la India, aunque encontramos versiones en todo el continente asiático: desde Arabia Saudita hasta la lejana China.

El actor Siddharth Narayan (India) frente un tablero de Carrom, india-forums.com
Hay diferentes interpretaciones (poco documentadas) sobre sus orígenes: desde la que lo remonta al antiguo Egipto (donde se dice que se han encontrado tableros parecidos en las tumbas faraónicas); hasta la que lo atribuye a una recreación humilde, realizada por los nativos de la India, queriendo imitar las mesas de "snooker" de los antiguos colonos británicos.

Lo realmente seguro es que, desde el siglo XIX, este juego se ha estado practicando, a nivel familiar, en la India y sus zonas de influencia: como Afganistán, Nepal, Maldivas, Sri Lanka, Malasia, Yemen...

Niños y niñas jugando al Carrom en Bayt al-Faqih (Yemen), Wikipedia
No fue hasta los años cincuenta del siglo XX, cuando se produjo un esfuerzo de unificación y estandarización de reglas y condiciones de juego, creándose la formación de la All India Carrom Federation y la publicación de su reglamento oficial.

En los años siguientes, el Carrom empezó a popularizarse en occidente. Al aumentar el número de países donde se jugaba, surgió la iniciativa de formar la ICF (Federación Internacional de Carrom), para poder organizar competiciones internacionales. La representación europea es la ECC (Confederación Europea de Carrom) y suele estar dominada por jugadores británicos, franceses y alemanes.


Material de juego

Para jugar al Carrom se utiliza un tablero cuadrado (de 74 centímetros de lado) hecho con madera pulida y con cuatro agujeros ubicados en cada una de sus esquinas. Este tablero está rodeado por un marco, también de madera.

Tablero de Carrom
La superficie del tablero debe ser muy deslizante: para suavizarla, en Asia, se suele aplicar sal de ácido bórico (pulverizada lo más fina posible). En Europa, este producto está prohibido y sólo es legal la aplicación de un polvo a base de fécula de patata elaborado, especialmente, para este fin.

En el billar hindú se juega con fichas de madera de 3 cm de diámetro: 9 blancas, 9 negras y una roja llamada "Reina".

Para impulsar estas fichas, necesitaremos una de mayor (y más pesada) llamada percutor o "striker". El percutor está fabricado con marfil o pasta de plástico.

Material de mi set: tablero, polvo de fécula de patata, fichas y percutor

Desarrollo del juego

En el billar hindú pueden participar 2 o 4 jugadores. Si juegan dos contrincantes, se sentarán uno frente al otro. Si juegan cuatro personas, competirán por parejas (sentándose, los dos compañeros, frente a frente). Para las partidas de dobles, el juego se desarrollará siguiendo el sentido de las agujas del reloj. No se puede levantar ni mover la silla una vez comenzada la partida.

Para la preparación del juego situaremos, sobre el tablero, las 19 fichas siguiendo el siguiente patrón: ponemos la Reina en el centro del tablero, la rodeamos de 6 fichas (alternando blancas y negras) y colocamos las 12 fichas restantes teniendo en cuenta que deben coincidir tres fichas blancas sobre las tres fichas blancas de la hilera anterior de manera que formen una especie de "Y":

Colocación inicial de las fichas del Carrom
Esta formación de fichas se puede orientar como se desee (rotando sobre la Reina). Normalmente se suele apuntar una línea blanca hacia uno de los agujeros.

Se sortea (a cara o cruz) quien hace el tiro de apertura: comienzan las fichas blancas. En las posteriores partidas, el derecho a empezar se irá alternado y, en juegos por parejas, el tiro de apertura va pasando al jugador de la derecha.

Para todos los lanzamientos, el percutor deberá situarse dentro de nuestra zona de tiro (las dos líneas paralelas situadas en frente de nosotros) con las siguientes condiciones:
  • Debe tocar, claramente, estas dos líneas.
  • No puede tocar, para nada, ninguno de los dos círculos rojos dibujados en los extremos de las mencionadas líneas.
  • Pero, por otro lado, sí puede sobreponerse (si es de forma completa) encima de uno de estos círculos rojos.
  • No puede tocar las flechas diagonales del tablero (aunque tape completamente el círculo rojo).
Veamos, de forma gráfica, todos estos casos en las siguientes imágenes:

Posiciones correctas del percutor para su lanzamiento
Posiciones incorrectas del percutor para su lanzamiento
La manera de impulsar el percutor es con un dedo (cualquiera de ellos) y la forma de hacerlo queda a voluntad de cada uno... con la única condición que se debe golpear el "striker" (no empujarlo). Generalmente se recomienda alinear el cuerpo en la dirección del tiro manteniendo una postura cómoda y estable y colocar la uña en contacto con el percutor antes de tirar.

Preparando un disparo con el dedo corazón
La mano que va a lanzar es la única parte del cuerpo (incluidos pies y rodillas bajo la mesa) que puede cruzar las líneas diagonales del tablero y su prolongación imaginaria fuera de él. Sobretodo, se debe vigilar que la cabeza y los codos no la sobrepasen cuando hagamos el lanzamiento.

El jugador que comienza, debe realizar un tiro fuerte y dirigido para romper la formación de fichas. La mecánica de juego es la siguiente:
  • Todos los lanzamientos que se ejecuten, deben realizarse desde la correspondiente línea de tiro.
  • Si conseguimos meter alguna de nuestras fichas, volvemos a tirar.
  • Si con un solo disparo conseguimos introducir dos fichas propias, entonces dispondremos de una tirada adicional.
  • Podemos tocar una ficha del adversario antes de meter una de nuestra.
  • Si no se consigue introducir ninguna ficha, se pierde el turno...
  • Es posible golpear el “striker” horizontalmente y hacia atrás.

En el billar hindú se consideran faltas las siguientes situaciones:
  • Si se introduce una ficha contraria en un agujero: esta se queda allí y, además, el turno pasa al jugador contrario.
  • Si se emboca, simultáneamente, una ficha propia y una contraria: en este caso se debe devolver en el rosetón central del tablero, sólo, nuestra ficha perdiendo, además, el turno.
  • Si se introduce el percutor en una tronera: debemos poner una de nuestras fichas al rosetón central perdiendo, también, el turno. Si aún no disponemos de ninguna ficha embocada, la primera que se consiga introducir se deberá devolver al tablero.
  • Si se introduce el percutor y una de nuestras fichas en alguno de los agujeros: se deben devolver dos fichas propias al rosetón central... ¡pero no pierde el turno! Al igual que antes, si aún no hemos introducido ninguna de nuestras fichas, se devuelve la que hemos metido y la siguiente que consigamos embocar.
  • Si se lanza una ficha fuera del tablero: esta debe ser devuelta al rosetón central, perdiéndose el turno.
  • Si el percutor salta fuera de la mesa: también se pierde el turno pero, en este caso, no se debe devolver ninguna ficha a la mesa.
Fichas situadas en el rosetón central del tablero 
La Reina se puede introducir a partir del momento en que hayamos entrado nuestra primera ficha y antes de colar la última. Después de meter la Reina es obligado meter alguna de tus fichas en el siguiente tiro o en la misma jugada: esto se conoce como Cubrir la Reina. Si no se consigue, se vuelve a sacar la Reina y se la coloca en el rosetón central. Cuando se logra Cubrir la Reina, quien meta antes sus fichas restantes gana la partida.

El ganador recibe 1 punto, por cada ficha adversaria que quede sobre el tablero, más 3 puntos por la Reina (si fue él quien la cubrió). Si la Reina la cubrió el perdedor, no dará puntos en esa partida. A partir del momento en que un jugador alcanza una puntuación de 22 puntos, la Reina deja de darle puntos extra. Se juega hasta llegar a 25 puntos o al mejor de 8 partidas, lo que antes suceda.

Para ir terminando, a modo de ejemplo, me gustaría que vierais una partida oficial de Carrom. Se trata de la Final del Torneo de Millau (Francia), jugada por Pierre Dubois y Jonathan Leau, en noviembre de 2007. Dubois, con negras (y a nuestra izquierda), toma el turno después que Leau falle en su tercera tirada... su juego es imparable: fijaros que introduce la Reina en su segundo tiro (cuando la "cubre", en el tercer disparo, el árbito lo anuncia), luego continúa embocando todas sus fichas hasta ganar de forma muy elegante:


Y aquí me quedo... rodeado de aromáticas especias indias... meditando delante de este sugestivo juego Zen... esperando veros, algún día, frente a una mesa de billar hindú.

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