martes, 9 de abril de 2013

Caro. Tocando el cielo del Port

Antes de comenzar, quisiera agradecer al Ayuntamiento de la Sénia la publicación íntegra, en su revista municipal Lo Senienc, del artículo que le dediqué a esa localidad y a mi padre: La Sénia. Entre lavaderos y miradores. Ya podéis leer la primera parte del escrito en el mensual de marzo. La segunda entrega, se publicará a mediados de este mes. ¡Muchas gracias por este reconocimiento a mi trabajo!

En esta ocasión volveremos a hablar de excursiones por el sur de Catalunya, aunque esta será un poquito más larga que la senienca… Bien, si  les preguntásemos a los habitantes de les Terres de l’Ebre cuáles son sus estandartes, seguramente nos dirán: el Delta y els Ports de Tortosa i Beseit (también denominados, simplemente, como els Ports o el Port).

Río Ebro a su paso por Tortosa, con el macizo dels Ports al fondo de la imagen
El Port, geográficamente, es el extremo nordeste del Sistema Ibérico español. Su superficie abarca terrenos del sur de Catalunya, de la Franja de Ponent y del norte de Castelló. Geológicamente, se trata de una cordillera de plegamiento tectónico menor, formada a consecuencia de la orogénesis alpina. Petrológicamente, els Ports se componen (prácticamente) por calcáreas y dolomías del mesozoico: estas rocas son los sedimentos de un antiguo mar del Jurásico (con abundante registro fósil). Su cima es el Caro o Mont Caro (1447 m) que también es el punto más elevado de la provincia de Tarragona.

Si queremos subir a pié a Caro tenemos diferentes opciones: quizás la más espectacular (bajo mi punto de vista) es la que lo hace desde el barranc de la Caramella, Moleta Castellona, l’Escaleta y Coll del Vicari… para luego bajar, deshaciendo nuestros pasos, hasta Moleta Castellona y seguir hasta la horadada Roca del Migdia y el Coll de la Garrofera. Esta es una ascensión bellísima, pero algo difícil. En cambio, la que proponemos en el presente escrito, es la subida a la cima más fácil que podemos hacer desde su base. Se trata de un itinerario bastante típico y conocido pels ebrencs, bien marcado y cómodo.

Al no existir ninguna guía que lo explique en detalle (al menos yo no la he encontrado), he creído que sería útil explicar mi experiencia. La ruta sigue los antiguos caminos carreteros (abandonados desde hace décadas) que conducían hasta la cima de Caro. Actualmente, para acceder a la cumbre desde la llanura, existe una buena carretera asfaltada construida paralelamente (o coincidentemente) a estos viejos caminos de tierra.

Foto aérea, cedida por Aerispixel, con parte del trazado de la ruta (clicad encima para ampliarla)
Para mí, esta excursión, tiene un especial encanto. La hice por primera vez (con 7 años) con: mis padres, mi hermana, el abogado (y amigo de mi padre) Lluís Pegueroles y sus hijos Titina y Josep Rafel. Han pasado muchos años desde entonces… Posteriormente, la he recorrido otras veces, pero siempre recordando ese gran día de montañismo familiar. Este pasado sábado 23 de marzo, ¡he vuelto de nuevo a caminarla!

En esta ocasión la he realizado junto a mi amigo Àngel Mulet: natural de Tortosa, ingeniero de obras públicas y terminando la carrera de puertos, caminos y canales. Àngel es hijo del propietario (de igual nombre) de la empresa de fotografía aérea Aerispixel (aerispixel.com). Quisiera agradecerles la cesión de la espectacular imagen anterior, donde podemos ver parte del trazado de la ruta (que va subiendo paralelo a la actual Carretera dels Ports). De abajo a arriba observamos:  el barranco del Farrúbio, la Fortalesa, las curvas del Cargol y el Portell (collado situado entre la Tossa de la Reina, a su derecha, y la Barcina, que nos oculta Caro). Sin más preámbulos: ¡”despeguemos” hacia la cima! 

Carreretes – Caro - Carreretes

Plano general de la ruta (clicad encima para ampliarlo)
  • Tipo de ruta: Ida y vuelta
  • Tiempo: 6 horas 30 minutos (en total)
  • Distancia: 23 kilómetros (en total)
  • Desnivel: +1175 metros, -1175 metros
  • Dificultad: Media. A pesar del desnivel y la distancia, el itinerario está bien marcado y va siempre paralelo (o coincidente) con las actuales carreteras del Port y Caro. Podemos disponer de un coche como vehículo de apoyo.
  • Meteorología: Evitar los días calurosos.
  • Agua: En la font dels Bassis (no siempre emana).
  • Equipamiento: Calzado y ropa cómoda (acorde con la época del año), protección solar, cantimplora con agua, brújula, mapa, móvil, prismáticos...
Muy importante: Al caminar buena parte del recorrido por carreteras de uso compartido con vehículos a motor, debemos extremar todas las precauciones (sobretodo si vamos con niños). En carretera es obligatorio caminar con ropa visible (preferentemente con chalecos reflectantes), siempre pegados al borde izquierdo de la calzada y en fila india. El Port es un parque natural, recordad que hay unas normas y recomendaciones que se deben cumplir y que podéis consultar en la Web Parc Natural dels Ports.

Aproximación:

Para llegar al barranc de Carreretes (origen de nuestra excursión), desde Tortosa y Roquetes tomaremos la carretera TV-3422. Una vez pasado el kilómetro 3 veremos un cruce: tomamos el ramal de la izquierda (dirección Caro). La carretera sigue una trayectoria bastante recta y con constante subida (pasaremos el canal Xerta–Sénia), rápidamente nos acercará a la base del macizo del Port. Cuando la carretera baje un poco para cruzar un puente, ya habremos llegado al barranco de Carreretes. Podemos dejar nuestro vehículo en una zona habilitada al lado del puente. 

Cronología, altimetría y descripción del itinerario:

0 min. (272 m) Barranc de Carreretes

Desde la zona de aparcamiento, bajamos unos pocos metros por la carretera. Enseguida veremos a nuestra izquierda un sendero marcado que sube (tras una señal de "Prohibido hacer fuego").

Sendero que sube desde la zona de aparcamiento del barranc de Carreretes (cota 280 m)
Subimos por la senda que rápidamente nos llevará de nuevo hasta la Carretera del Port (unos metros más arriba). Continuamos subiendo sobre el asfalto, dejaremos atrás una curva cerrada y seguimos hasta la siguiente curva. Aquí, a mano derecha, veremos que sale un sendero (suele haber un montoncito de piedras a modo de hito), para acceder a él tendremos que hacer una pequeña y fácil trepada.

Sendero que sale de la Carretera del Port (cota 360 m)
15 min. (482 m) Barranc del Farrúbio

Veremos que este sendero, rápidamente, se convierte en un camino de carro (es el Camí Vell del Port), vamos subiendo por él de forma relajada, paralelos al barranco del Farrúbio (nombre que toma la cuenca alta del barranco de Carreretes). Finalmente, tras un par de lazadas del camino, llegaremos de nuevo a la Carretera del Port.

L'Àngel al Camí Vell del Port (cota 450 m). A la derecha el barranc del Farrúbio
Una vez sobre asfalto, seguiremos por la carretera un buen trecho (siempre por la izquierda). Iremos ganando altura mientras el camino va haciendo anchas lazadas.

50 min. (600 m) Camí Vell del Port

Después de unos 2 kilómetros, caminando entre pinos blancos y cantos de jilgueros, veremos un camino que sale a nuestra izquierda (tras una cadena con pivotes verdes). Estamos, de nuevo al Camí Vell del Port... ¡lo tomamos!

Camí Vell del Port tras una cadena (cota 640 m). Al fondo el collado del Portell
Subiendo por esta pista, si miramos a nuestra derecha, veremos que la Carretera del Port comienza ha zigzaguear fuertemente: son las llamadas curvas del Cargol. Frente a la primera curva (y sobre un risco) veremos una pequeña estatua blanca: es el Monument a la Cabra Salvatge.

Monumento a la Cabra Salvaje (al centro) desde el Camí Vell del Port (cota 740 m)
Y es que en todo el Port encontramos un excelente ejemplar de cabra salvaje: la cabra hispánica (Capra pyrenaica). Actualmente, si vamos de visita al parque, seguro que acabaremos viendo alguna observándonos tímidamente a una distancia prudencial. Pero esto hace 30 años no era así ya que, este venado, estuvo al borde de la extinción... Los niños que queríamos ver alguna cabra cuando íbamos al Port, teníamos que conformarnos en mirar esta pequeña estatua (que representa un cabrito joven).

Vista la estatua seguimos por el camino carretero y, tras un par de lazadas, nos recibirá el gorgoteo de una alegre fuente…

1 hora 20 min. (750 m) Font dels Bassis

Llegados a este oasis, encontramos la fuente, abrevaderos (bassis), una mesa y bancos de piedra que invitan al viajero a saciar la sed, sentarse, meditar...

Tocando la fría agua nival de la Font dels Bassis (cota 750 m)
Una vez hecho el pertinente desayuno, continuamos por el Camí Vell, que ahora comienza a ganar altura haciendo zigzags. Veremos que esta antigua carretera, en algunos puntos, se ha convertido en un ancho sendero.

Subiendo por el Camí Vell del Port (cota 850 m)
Finalmente, nuestras botas nos llevarán, de nuevo, a la Carretera del Port (ya en plenas curvas del Cargol).

1 hora 45 min. (885 m) El Cargol

Desde este cruce, si miramos hacia el suroeste, vemos cercano el Portell... Para llegar a él, lo más cómodo y recomendable, será seguir por la carretera asfaltada que serpentea hasta el collado, gozando de las vistas que se abren a cada paso. El Camí Vell que hemos subido, a partir de aquí, está impracticable: se entrecruza, medio borrado, con las actuales curvas del Cargol.

Para los más intrépidos se puede subir al Portell (de forma más directa y cansada) trepando por la torrentera que baja vertical desde el collado.

Cruce del Camí Vell con las curvas del Cargol (cota 885 m). Al fondo torrentera del Portell
2 horas 10 min. (1030 m) El Portell

Llegados al Portell encontramos un mirador, con aparcamiento para vehículos, y unos interesantes plafones indicativos.

El Portell, como su catalán nombre indica, se trata de un gran portillo hecho a la muralla rocosa que nos separa la vertiente de solana del Port (por la cual hemos subido) de la de umbría. Es una apertura natural que nos invita a entrar al interior dels Ports.

Àngel y un servidor en el Portell (cota 1030 m)
A la izquierda del Portell tenemos las altivas paredes de la serra del Roquer... desde aquí mismo sale un sendero muy perdido que sube verticalmente y nos llevaría hasta la Barcina (1354 m). En esta cumbre, encontraríamos otro sendero más marcado que nos conduciría ya, sin problemas y llaneando, hasta Caro. Descartamos esta opción y optamos por seguir caminando, cómodamente, por la carretera del Port que ahora llanea rodeada de fresca y verde vegetación.

2 horas 30 min. (1085 m) Pous de la Neu

Después de andar unos 2 kilómetros desde el Portell, llegaremos a una zona conocida como els Pous de la Neu, donde veremos que la carretera se bifurca. Hacia la derecha llegaríamos a la zona del Mascar, pero si tomamos el ramal de la izquierda, conocido como el Camí a Caro, nuestros pies nos conducirán hasta la misma cima.

Bifurcación de la carretera als Pous de la Neu (cota 1085 m)
El Camí a Caro también está asfaltado y a pesar que nos quedan casi 400 metros de desnivel hasta la cima, el paseo será muy agradable, ya que iremos avanzando haciendo cómodas lazadas.

A media subida encontraremos, a nuestra izquierda, un plafón informativo que nos explica como hacer una pequeña excursión hasta la Barcina (se trata de la parte fácil de la alternativa que os he comentado en el Portell, para subir a Caro desde allí).

3 horas 10 min. (1085 m) Coll del Vicari

Unos metros más allá de este cartel, llegaremos al Coll del Vicari. En este collado veremos otro plafón que nos informa, en esta ocasión, de como hacer un itinerario hasta los Bassis de Caro.

Àngel al Coll del Vicari (cota 1285 m)
Dejamos el ancho collado y pronto, tras una curva, veremos un curioso agujero al lado izquierdo del camino: es la Cova de la Carretera (hay un pequeño cartel indicativo). Se trata de una sima (o cueva vertical) de 13 metros de profundidad. Si queremos mirarla de cerca, extrememos todas las precauciones (sobretodo si vamos con niños pequeños).

Posando frente la Cova de la Carretera (cota 1300 m)
Continuamos subiendo por la carretera. A partir de ahora hemos de estar atentos a los lados del camino, ya que encontraremos marcas de pintura roja que nos indican “atajos” para cortar algunas de las largas curvas que hace el Camí a Caro.

Marcas rojas que nos indican los atajos para subir rápidamente hasta la cima (cota 1338 m)
Encontraremos bien marcados, hasta 3 útiles vericuetos y... en pocos minutos, aparecerán frente a nosotros dos grandes antenas y un cartel informativo indicándonos que hemos llegado al "cim".

3 horas 30 min. (1447 m) Caro

Siempre produce una especial emoción hacer una cumbre a pié y más si tiene la carga emocional que tiene Caro para los ebrencs y… para mí.

En la cima de Caro, como se ha dicho, encontramos un importante centro de telecomunicaciones, coronado por grandes antenas: visibles desde casi todos los rincones del Port.

También tenemos una pequeña zona de aparcamiento y un mirador de piedra donde se extienden las  vistas infinitas... Pero quizás, lo más representativo de Caro, es una sencilla capillita dedicada a la Mare de Déu de la Cinta, patrona de toda la diócesis de Tortosa. Bajo de la imagen, encontraremos un libro de visitas donde podemos dejar nuestro testimonio de la subida.

Caro (cota 1447 m), a los pies de la Virgen de la Cinta
En la cima de Caro, si tenemos paciencia, suelen acercarse cabras "montaraces"… estas no son tan “salvajes” como su nombre indica, ya que aceptarán que las fotografiemos con cierta docilidad. Seamos muy respetuosos con ellas y no les demos nada de comer (aunque nos parezca que están poniendo ojitos de pena). De todos depende que nuestros hijos puedan seguir viendo este animal en libertad y no tengan que conformarse con la imagen de una fría estatua, como nos pasó a nosotros de pequeños...

Hembra de cabra salvaje (Capra pyrenaica) a la cima de Caro
6 horas 30 min. (272 m) Barranc de Carreretes

Una vez tocado el cielo con nuestras manos, llega el momento del regreso a casa. Tocará deshacer todo el camino de subida y… en poco menos de 3 horas, estaremos ya de regreso al aparcamiento del barranc de Carreretes.

Bajad tranquilamente... caminad en calma… gozad de la excursión, del viento, del regalo que nos ofrece la naturaleza a cada paso… Durante la bajada, seguro que vamos a disfrutar más de las vistas y los detalles... ¡respirad!

Definitivamente nos alejamos de Caro, del Port… De esa atalaya que me hablaban mis abuelos, de ese coloso que me enseñaron mis padres… Y mientras se hace pequeño en el horizonte de mis pensamientos, me viene un juego de palabras que nos ofrece la bella lengua italiana: Girando la cabeza, por última vez, vuelvo a mirar su silueta vespertina… levanto el brazo y grito alto al cielo:
 
Caro Port… arrivederci!!

miércoles, 6 de marzo de 2013

Carrom o billar hindú

Uno de los cinco escritos más leídos de este blog (que por cierto estrena el dominio personalizado: www.humbertsanz.com) es el de Juegos de Billar. En ese artículo expuse diferentes modalidades de juegos que se pueden disputar en una mesa de billar americano, así como tres adaptaciones de juegos de billar  "no americano" para jugar con ese tipo de mesa... una de esas adaptaciones era la del billar hindú.

El Carrom, o billar hindú, es un juego de habilidad y estrategia. Hace más de treinta años que conozco este apasionante juego de sociedad. Me lo enseñó el conocido activista de Justicia y PazArcadi Oliveres que, por entonces, ya tenía uno en su casa. Cada vez que nos reunimos con la familia Oliveres Künzi, durante las sobremesas, es habitual acabar jugando unas apasionantes partidas de billar hindú…

El músico Albert Oliveres (benjamín de Arcadi) jugando al billar hindú en su casa
Actualmente tengo, en casa de mis padres, un juego completo de Carrom que compré, hace ya unos años, en una tienda especializada de Barcelona. Se trata de una versión de 66 centímetros de lado (algo menor que la oficial) y construido con madera de mango. Las fotos que aparecerán en este post son, precisamente, hechas a mi billar hindú.

Caja de mi juego de Carrom Mango 66 (Edition Familiale) 

Un poco de historia

Ell Carrom (Carums, Karom o Karum) es un juego procedente de la India, aunque encontramos versiones en todo el continente asiático: desde Arabia Saudita hasta la lejana China.

El actor Siddharth Narayan (India) frente un tablero de Carrom, india-forums.com
Hay diferentes interpretaciones (poco documentadas) sobre sus orígenes: desde la que lo remonta al antiguo Egipto (donde se dice que se han encontrado tableros parecidos en las tumbas faraónicas); hasta la que lo atribuye a una recreación humilde, realizada por los nativos de la India, queriendo imitar las mesas de "snooker" de los antiguos colonos británicos.

Lo realmente seguro es que, desde el siglo XIX, este juego se ha estado practicando, a nivel familiar, en la India y sus zonas de influencia: como Afganistán, Nepal, Maldivas, Sri Lanka, Malasia, Yemen...

Niños y niñas jugando al Carrom en Bayt al-Faqih (Yemen), Wikipedia
No fue hasta los años cincuenta del siglo XX, cuando se produjo un esfuerzo de unificación y estandarización de reglas y condiciones de juego, creándose la formación de la All India Carrom Federation y la publicación de su reglamento oficial.

En los años siguientes, el Carrom empezó a popularizarse en occidente. Al aumentar el número de países donde se jugaba, surgió la iniciativa de formar la ICF (Federación Internacional de Carrom), para poder organizar competiciones internacionales. La representación europea es la ECC (Confederación Europea de Carrom) y suele estar dominada por jugadores británicos, franceses y alemanes.


Material de juego

Para jugar al Carrom se utiliza un tablero cuadrado (de 74 centímetros de lado) hecho con madera pulida y con cuatro agujeros ubicados en cada una de sus esquinas. Este tablero está rodeado por un marco, también de madera.

Tablero de Carrom
La superficie del tablero debe ser muy deslizante: para suavizarla, en Asia, se suele aplicar sal de ácido bórico (pulverizada lo más fina posible). En Europa, este producto está prohibido y sólo es legal la aplicación de un polvo a base de fécula de patata elaborado, especialmente, para este fin.

En el billar hindú se juega con fichas de madera de 3 cm de diámetro: 9 blancas, 9 negras y una roja llamada "Reina".

Para impulsar estas fichas, necesitaremos una de mayor (y más pesada) llamada percutor o "striker". El percutor está fabricado con marfil o pasta de plástico.

Material de mi set: tablero, polvo de fécula de patata, fichas y percutor

Desarrollo del juego

En el billar hindú pueden participar 2 o 4 jugadores. Si juegan dos contrincantes, se sentarán uno frente al otro. Si juegan cuatro personas, competirán por parejas (sentándose, los dos compañeros, frente a frente). Para las partidas de dobles, el juego se desarrollará siguiendo el sentido de las agujas del reloj. No se puede levantar ni mover la silla una vez comenzada la partida.

Para la preparación del juego situaremos, sobre el tablero, las 19 fichas siguiendo el siguiente patrón: ponemos la Reina en el centro del tablero, la rodeamos de 6 fichas (alternando blancas y negras) y colocamos las 12 fichas restantes teniendo en cuenta que deben coincidir tres fichas blancas sobre las tres fichas blancas de la hilera anterior de manera que formen una especie de "Y":

Colocación inicial de las fichas del Carrom
Esta formación de fichas se puede orientar como se desee (rotando sobre la Reina). Normalmente se suele apuntar una línea blanca hacia uno de los agujeros.

Se sortea (a cara o cruz) quien hace el tiro de apertura: comienzan las fichas blancas. En las posteriores partidas, el derecho a empezar se irá alternado y, en juegos por parejas, el tiro de apertura va pasando al jugador de la derecha.

Para todos los lanzamientos, el percutor deberá situarse dentro de nuestra zona de tiro (las dos líneas paralelas situadas en frente de nosotros) con las siguientes condiciones:
  • Debe tocar, claramente, estas dos líneas.
  • No puede tocar, para nada, ninguno de los dos círculos rojos dibujados en los extremos de las mencionadas líneas.
  • Pero, por otro lado, sí puede sobreponerse (si es de forma completa) encima de uno de estos círculos rojos.
  • No puede tocar las flechas diagonales del tablero (aunque tape completamente el círculo rojo).
Veamos, de forma gráfica, todos estos casos en las siguientes imágenes:

Posiciones correctas del percutor para su lanzamiento
Posiciones incorrectas del percutor para su lanzamiento
La manera de impulsar el percutor es con un dedo (cualquiera de ellos) y la forma de hacerlo queda a voluntad de cada uno... con la única condición que se debe golpear el "striker" (no empujarlo). Generalmente se recomienda alinear el cuerpo en la dirección del tiro manteniendo una postura cómoda y estable y colocar la uña en contacto con el percutor antes de tirar.

Preparando un disparo con el dedo corazón
La mano que va a lanzar es la única parte del cuerpo (incluidos pies y rodillas bajo la mesa) que puede cruzar las líneas diagonales del tablero y su prolongación imaginaria fuera de él. Sobretodo, se debe vigilar que la cabeza y los codos no la sobrepasen cuando hagamos el lanzamiento.

El jugador que comienza, debe realizar un tiro fuerte y dirigido para romper la formación de fichas. La mecánica de juego es la siguiente:
  • Todos los lanzamientos que se ejecuten, deben realizarse desde la correspondiente línea de tiro.
  • Si conseguimos meter alguna de nuestras fichas, volvemos a tirar.
  • Si con un solo disparo conseguimos introducir dos fichas propias, entonces dispondremos de una tirada adicional.
  • Podemos tocar una ficha del adversario antes de meter una de nuestra.
  • Si no se consigue introducir ninguna ficha, se pierde el turno...
  • Es posible golpear el “striker” horizontalmente y hacia atrás.

En el billar hindú se consideran faltas las siguientes situaciones:
  • Si se introduce una ficha contraria en un agujero: esta se queda allí y, además, el turno pasa al jugador contrario.
  • Si se emboca, simultáneamente, una ficha propia y una contraria: en este caso se debe devolver en el rosetón central del tablero, sólo, nuestra ficha perdiendo, además, el turno.
  • Si se introduce el percutor en una tronera: debemos poner una de nuestras fichas al rosetón central perdiendo, también, el turno. Si aún no disponemos de ninguna ficha embocada, la primera que se consiga introducir se deberá devolver al tablero.
  • Si se introduce el percutor y una de nuestras fichas en alguno de los agujeros: se deben devolver dos fichas propias al rosetón central... ¡pero no pierde el turno! Al igual que antes, si aún no hemos introducido ninguna de nuestras fichas, se devuelve la que hemos metido y la siguiente que consigamos embocar.
  • Si se lanza una ficha fuera del tablero: esta debe ser devuelta al rosetón central, perdiéndose el turno.
  • Si el percutor salta fuera de la mesa: también se pierde el turno pero, en este caso, no se debe devolver ninguna ficha a la mesa.
Fichas situadas en el rosetón central del tablero 
La Reina se puede introducir a partir del momento en que hayamos entrado nuestra primera ficha y antes de colar la última. Después de meter la Reina es obligado meter alguna de tus fichas en el siguiente tiro o en la misma jugada: esto se conoce como Cubrir la Reina. Si no se consigue, se vuelve a sacar la Reina y se la coloca en el rosetón central. Cuando se logra Cubrir la Reina, quien meta antes sus fichas restantes gana la partida.

El ganador recibe 1 punto, por cada ficha adversaria que quede sobre el tablero, más 3 puntos por la Reina (si fue él quien la cubrió). Si la Reina la cubrió el perdedor, no dará puntos en esa partida. A partir del momento en que un jugador alcanza una puntuación de 22 puntos, la Reina deja de darle puntos extra. Se juega hasta llegar a 25 puntos o al mejor de 8 partidas, lo que antes suceda.

Para ir terminando, a modo de ejemplo, me gustaría que vierais una partida oficial de Carrom. Se trata de la Final del Torneo de Millau (Francia), jugada por Pierre Dubois y Jonathan Leau, en noviembre de 2007. Dubois, con negras (y a nuestra izquierda), toma el turno después que Leau falle en su tercera tirada... su juego es imparable: fijaros que introduce la Reina en su segundo tiro (cuando la "cubre", en el tercer disparo, el árbito lo anuncia), luego continúa embocando todas sus fichas hasta ganar de forma muy elegante:


Y aquí me quedo... rodeado de aromáticas especias indias... meditando delante de este sugestivo juego Zen... esperando veros, algún día, frente a una mesa de billar hindú.

¡Gracias por leer este artículo!, gracias por comentarlo, por compartirlo..., ¡gracias por subscribiros a las Piedras de la Ágora!

miércoles, 6 de febrero de 2013

Videoconsolas. Historia y exposición online


En esta ocasión, y aprovechando la buena difusión que tienen Las Piedras de la Ágora, me gustaría hablaros de una de mis “otras” aficiones… me gustaría presentaros mi colección de videoconsolas antiguas, computadoras y aparatos lúdico-electrónicos que dispongo.

Como vais a poder ver, no se trata de una compilación cuantitativamente extensa, pero sí que es una recopilación de máquinas de remarcable calidad y con una buena representatividad dentro del marco histórico de los videojuegos.


Sega Mega Drive (1988)

En setiembre de 2010, inauguré una página web llamada Videoconsolas. El motivo de su creación fue para poder presentar, de forma online, toda esta colección de “viejas glorias”. Desde esa fecha, en mis ratos libres, la he ido trabajando y completando. A día de hoy, considerando mi colección cerrada (excepto algunas contadas novedades) y con la web terminada, estoy ya en condiciones para hacer su puesta de largo:

Portada de mi web Videoconsolas

En videoconsolas.jimdo.com, observareis que mi colección está presentada siguiendo una rigurosa clasificación sistematizada: con fichas e imágenes estandarizadas para todos los aparatos expuestos. Pero al mismo tiempo, para cada uno de ellos, lo destaco dando mi opinión y experiencia personal. En esta web he volcado todos mis conocimientos técnicos para poder construir un sitio atractivo, instructivo y de sencilla navegación.


Sinclair ZX Spectrum+ (1984)

Si entráis en el primer apartado, denominado: sobre esta colección, podreis saber como moveros por la web y conocer todos los porqués de mi colección.

Si queréis ver todos los contenidos de forma esquemática (a modo de índice) acceded al mapa del sitio.


Sony PlayStation, PSOne (2000)

Recientemente, he creado un blog llamado: Expoconsolas, donde se publicarán (de forma mensual) las novedades y actualizaciones de mi web.

Hecha esta introducción, para exponeros de forma ordenada mi recopilación de “aparatejos”, tomaremos como referencia la distribución de la web Videoconsolas. Como podréis ver, mi  colección la he dividido es en tres grandes grupos: videoconsolas de sobremesa, videoconsolas portátiles y juguetes electrónicos. Estos tres grandes apartados, a su vez, están jerarquizados en otras subcategorías, como iremos viendo para cada caso.

Bien, en primer lugar, encontramos la sección: videoconsolas de sobremesa:

Una videoconsola es un sistema electrónico de entretenimiento para el hogar que ha sido diseñado para ejecutar juegos electrónicos o videojuegos. Las de sobremesa son un tipo de videoconsolas que se deben que apoyar sobre una superficie plana (como, por ejemplo, una mesa).

Para poder jugar, requieren ser conectadas a un televisor para su visualización y enchufarse a la red eléctrica. Los jugadores tienen que manipular unos mandos externos para manejar el videojuego.


Microsoft Xbox (2002)

En la industria de los videojuegos, las consolas han sido clasificadas por generaciones. Esta clasificación la determina su año de lanzamiento y la tecnología existente en ese momento. A día de hoy estamos en la octava.

Para acceder a las diferentes generaciones de videoconsolas de sobremesa y poder conocer que máquinas dispongo en mi colección, clicad sobre los siguientes enlaces:


A continuación, en mi Web Videoconsolas, encontramos el apartado dedicado a las videoconsolas portátiles:

Una videoconsola portátil es un dispositivo electrónico ligero que permite jugar con videojuegos. A diferencia de las videoconsolas de sobremesa, en las portátiles: los controles, la pantalla, los altavoces y la alimentación (pilas, baterías...) están todos integrados en la misma unidad. Son de pequeño tamaño, para poder llevarlas fácilmente a cualquier lugar.


Nintendo Game Boy (1989)

Las consolas portátiles, también han sido clasificadas en generaciones, siguiendo criterios clasificatorios respecto el periodo de lanzamiento y la tecnología utilizada. A día de hoy también estamos en la octava.

Para acceder a las diferentes generaciones de videoconsolas portátiles y poder conocer que máquinas dispongo en mi colección, clicad sobre los siguientes enlaces:


Por último, en mi colección, dispongo de un surtido grupo de aparatos (maquinitas electrónicas, otras consolas, etc.) que no se pueden catalogar siguiendo los criterios generacionales utilizados en los dos apartados anteriores. Este importante "cajón de sastre", lo he denominado: juguetes electrónicos.

Así pues, un "juguete electrónico", se podría definir como aparato lúdico preprogramado que necesita electricidad (ya sea red eléctrica, pilas, baterías, etc.) para poder funcionar.


MB Simon (1978)

Para mi colección he clasificado y definido 5 grupos de juguetes Electrónicos:


Harbro R2-D2 Interactive Astromech Droid (2002)

Para ir terminando, la web Videoconsolas, dispone de un apartado llamado: ¿Jugamos unas partidas?

En esta atractiva sección, podremos acceder a diferentes videojuegos y jugar de forma segura, gratuita y directamente desde el propio web.

En "¿Jugamos unas partidas?, disponéis de tres apartados diferentes: Recreativas clásicas, Juegos de acción y Juegos de concentración... Clicad sobre los siguientes enlaces, escoged el juego que queráis y… ¡disfrutad!


Bien, sólo me queda agradeceros vuestra atención. Y quedar a vuestra disposición para cualquier sugerencia o consulta que me queráis hacer. Para ello, no dudéis en contactar con nosotros.

Espero que os haya gustado este post, espero que os haya gustado mi colección…


sábado, 5 de enero de 2013

VisMor. Joyas de Autor

Como recordaréis, en el último artículo de Las Piedras de la Ágora, hablamos sobre reciclaje. Pues bien, en esta ocasión, trataremos sobre arte y, más concretamente, sobre “arte reciclado”.

Como sabéis, soy un enamorado del arte… me gusta sentirlo en primera persona, analizarlo con la libertad que me da ser un simple espectador de mente crítica; aprendiendo, siempre que puedo, de la mano del creador de la obra o de entendidos de ella. Como sabéis, soy un gran admirador de la trayectoria profesional del artista barcelonés: Jordi Pascual Morant.

Jordi Pascual Morant trabajando en su taller (foto de Susu & Don) 
Jordi hace más de 40 años que se dedica a este bello oficio de engendrar con las manos sus ideas, de dejar florecer su ingenio dando frutos de inusitada magnificencia, de elaborar obras que no dejan de sorprender a los privilegiados ojos que las contemplan… Pues bien, si un material conoce este artífice, un material que ha experimentado a lo largo de su trayectoria, este es: la resina de poliéster.

Al principio del escrito dije que hablaría de “arte reciclado”… bien, me explico: Cuando Jordi Pascual Morant crea sus obras, la resina que le va sobrando de su trabajo la guarda dentro de algún recipiente. Estos restos de poliéster (pigmentados o no) van solidificando dentro del frasco formando capas de diferentes colores y grosores. Pues bien, la gran mayoría de estos potes usados en su trayectoria artística, nunca fueron desechados… Jordi siempre pensó que, algún día, podrían serle de utilidad.

¡Y ese día llegó al fin! Una fantástica idea, de hecho… una forma muy digna para poder "reciclar" a estos gran reserva de su obra… una idea que le vino, conjuntamente, con la sensibilidad y gusto por la estética de Àngels A. Viscarolasaga.

Àngels y Jordi posando frente una sublime "Nebulosa" (foto de Susu & Don)
Jordi y Àngels, a partir de esos silenciosos restos de resina olvidados, como si de piedras preciosas en bruto se tratasen, empiezan a elaborarlos -¡mimarlos!, diría yo- convirtiéndolos en joyas de poliéster exclusivas y personales de una belleza seductora fascinante... Un proyecto común llamado: VisMor.

Viscarolasaga + Morant = VisMor (foto de Susu & Don)
Nos podríamos preguntar: ¿Cómo de unos apelmazados restos de poliéster, se pueden crear unas joyas tan nobles y fulgurantes? Bien, vayamos paso a paso:

Proceso de elaboración de la bisutería en poliéster de VisMor.

El proceso de trabajo que sigue VisMor para elaborar sus exclusivos adornos es largo y laborioso. En primer lugar comienzan por desmoldar el bloque de poliéster de su envase original. La forma obtenida, externamente, no tiene porque rebelar como se disponen las capas que la constituyen.

En la siguiente imagen podemos ver tres ejemplos a modo de secuencia temporal: A la izquierda tenemos un frasco original que contiene los restos de poliéster vertidos por Jordi; al centro vemos el “mazacote” desmoldado (con una superficie de textura homogénea) y, a la derecha, una muestra cortada longitudinalmente, donde ya podemos apreciar los diferentes estratos de su interior.

Poliéster dentro del envase, poliéster desmoldado y poliéster cortado
El proceso continúa con el cortado de los moldes para desmenuzarlos. El ojo intuitivo del artista, a partir de como se distribuyen las capas de poliéster en su interior, corta con el ángulo y la forma que considera más apropiado para lograr obtener una pieza única para el tipo de bisutería a la que va ser destinada (anillo, collar, pulsera…). Este desmenuzamiento se realiza mediante una sierra de calar eléctrica.

Piezas de poliéster cortadas (foto de Susu & Don)
Con los fragmentos cortados comienza el proceso de limado. Mediante una lima mecánica, VisMor esculpe la forma deseada que quiere obtener de cada pieza en particular.

Limando una pieza cortada (foto de Susu & Don)
Si a la pieza que están trabajando se le tiene que aplicar alguna perforación (como en los anillos monobloque o pasadores de collares o pulseras) este es el momento que utilizan el taladro eléctrico.

Hasta este punto, como podemos ver en las anteriores imágenes, las piezas de poliéster muestran una superficie mate y rugosa… para embellecerla se debe pulir. El proceso de pulido se realiza, en primer lugar, con una lija mecánica (como veíamos usar a Jordi en la primera foto del artículo); en segundo lugar se lija al agua con diferentes grosores de papel de lija y, por último, se friccionan los fragmentos con pasta de pulir.

Puliendo con papel de lija al agua (foto de Susu & Don)
Cuando el poliéster está pulido ya esta listo para el montaje. Para hacerlo se utilizan los complementos de mejor calidad que ofrece el mercado de la bisutería: piezas escogidas, con mucho gusto por VisMor, para que se adapten de forma personalizada a cada una de sus joyas.

Àngels montando una pulsera (foto de Susu & Don)
Para poder apreciar como quedan terminadas las Joyas de Autor de VisMor y admirarlo de una forma sugestiva junto a sus dos creadores… que mejor que hacerlo con el siguiente video promocional:


Las imágenes de este video (al igual que la mayoría que aparecen en este artículo) han sido realizadas por Susana Saumell y Oscar Domench (Susu & Don). Quiero agradecerles públicamente la cesión de las fotos a este blog para poder vestir, como se merece, este escrito.

VisMor ha tenido una aceptación del público excelente: prácticamente agotaron sus existencias durante la presentación de su colección en la Sala Mezanina de Barcelona, el noviembre pasado. Jordi y Àngels ya están trabajando en sus nuevos diseños… Para ver el catálogo actualizado de su producción, clicad en el siguiente enlace:


¿Y que podría decir yo? Un apasionado de las “piedras”, geólogo de profesión y gran amante de la mineralogía (podéis leer mi artículo sobre clasificación de minerales). Pues puedo decir que, en la naturaleza, no encontraremos materiales que cristalicen con las formas caprichosas, coloristas y vistosas como lo hace el poliéster de Jordi... Si a esto le sumamos el exquisito trabajo de orfebrería realizado por VisMor, obtenemos una alhaja que constituye una pieza única e irrepetible cargada de encanto, sensibilidad y alternativa belleza.

Anillo monobloque de mi mujer
Quienes tenemos el gusto de ser seguidores de la obra de Jordi Pascual Morant, tener una de estas pequeñas obras de poliéster es poseer una esquirla de sus Esculturas, un rastro de sus Trazados, un destello de sus Retratos, un fragmento mural de sus Levantinas, una brizna de polvo estelar de sus Nebulosas... Mirar una de estas pequeñas joyas es vislumbrar el reflejo de un mudo testigo de su fondo de armario artístico.

¡Muchas felicidades Àngels y Jordi! ¡Muchas felicidades VisMor!